COQUIMBO.- Como una inconsecuencia que no coincide con la realidad de sus calles calificó el alcalde de Coquimbo, Pedro Velásquez, el proyecto que introduce cambios en 65 leyes de acuerdo al nuevo sistema procesal penal, que se relacionan con la despenalización del consumo de alcohol y de la ebriedad en la vía pública.
El edil manifestó que tanto la cesantía como la seguridad ciudadana son los temas que más interesan a la comunidad actualmente, por lo cual realizó un fuerte llamado a las autoridades legislativas de la región de Coquimbo y también a las nacionales a reconocer que esta despenalización amparará a quienes incurren en la ebriedad, en detrimento de la tranquilidad social.
A su juicio, el abuso exagerado en el consumo de alcohol en la vía pública genera otras problemáticas como los asaltos, las riñas, los asesinatos y la desintegración del hogar. En ese sentido, dijo que estas situaciones "sólo las podremos manejar con una fiscalización mayor que aumente las atribuciones a Carabineros, a base de infracciones o multas más altas, que permitan mirar con verdadero recelo el estado de ebriedad", expresó.
Velásquez comunicó su inquietud al presidente de la Comisión de Salud del Senado, Mariano Ruiz Esquide, quien coincidió con el edil en que la solución, en parte, la entregará el incremento de infracciones.
Entre las razones que avalan la despenalización se expresó que significará un menor trabajo para el Ministerio Público y los tribunales, además de un refuerzo a la dedicación en lo criminal, argumento que según el alcalde de Coquimbo "no se condice con la relevancia que debiera prestar la justicia a un Estado que es comprobadamente generador de nuevos actos punitivos, que desfavorecen y afectan, de manera directa a cada uno de los ciudadanos".
Uno de los aspectos de esta ley, que ya constituye una de las enmiendas del proyecto, tiene relación con el proceder de Carabineros frente a las personas ebrias en la vía pública, ya que deberán retirarlos, trasladarlos a su domicilio, a un hospital o a un cuartel policial, dependiendo de su condición, lo cual significará una sobrecarga laboral para la institución, imposible de enfrentar para el contingente actual de efectivos policiales.
"Si dicha enmienda no prospera, nos veremos frente a una situación de insospechadas consecuencias, donde la ebriedad será prácticamente legalizada con penosos y tristes espectáculos en nuestras calles y pases públicos, dando un pésimo ejemplo para nuestra juventud y niñez", concluyó.
