SANTIAGO.- El ex presidente Augusto Pinochet celebró el domingo su 86to cumpleaños en privado, prácticamente aislado en su finca cercana a Santiago, sin las antiguas ruidosas visitas de sus partidarios derechistas que marcaron la fecha en años recientes.
La oposición derechista, otrora muy apegada al general, parece hoy más preocupada por la campaña para las elecciones legislativas del próximo mes, que por su enfermo y anciano ex líder.
Un anticipo de que la derecha política dejó solo al general se vio el sábado, en una misa en la capilla castrense organizada por la Fundación Augusto Pinochet, a la que no asistió ningún político opositor. Acudieron algunos generales retirados y personas mayores.
Pinochet se mantiene recluido en su finca de Los Boldos, 140 kilómetros al suroeste de Santiago, y cuando acude a sus controles médicos se aloja en su residencia capitalina.
Hace cerca de un mes que no es visto en público. La última ocasión fue cuando concurrió al hospital militar a sus revisiones para controlar su avanzada diabetes, hipertensión y su demencia vascular moderada.
En su finca fue visitado el domingo por sus familiares más cercanos, algunos ex generales, dirigentes de la fundación y medio centenar de partidarios. No fueron políticos derechistas.
Este cumpleaños se apartó de lo que fueron las celebraciones masivas de años anteriores. El 2000 sus partidarios organizaron una fiesta en un centro de eventos de Santiago, al que no acudió Pinochet, aunque envió un mensaje en vídeo.
El secretario de la fundación, general retirado Sergio Cortés Villa, anticipó que este año no hubo mensaje de Pinochet porque “no lo acompaña mucho su físico para poder concentrarse en escribir o en leer”. Agregó que “uno tiene conversaciones muy cortas con él”.
Pinochet está sobreseído temporalmente de un juicio por encubrimiento de 57 ejecuciones y 18 secuestros de prisioneros políticos cometidos por un grupo de militares que él envió a ciudades del norte. El caso se conoce como “la caravana de la muerte”.
La Corte de Apelaciones paralizó la causa el 9 de julio porque dijo que la demencia vascular de Pinochet le impediría tener un juicio justo. La Corte Suprema debe pronunciarse sobre un par de recursos que buscan anular ese dictamen.
Pero sus problemas judiciales no dejan de crecer. El 16 de noviembre dos abogados comunistas lo acusaron judicialmente por el secuestro y desaparición de la directiva clandestina completa del Partido Comunista, en 1976. Pidieron su desafuero para poder procesarlo.
Los abogados pidieron al juez Juan Guzmán, el mismo que lleva el caso de la “caravana de la muerte”, que pidan nuevamente el desafuero de Pinochet para enjuiciarlo ahora por este caso.