SANTIAGO.- El ex jefe de la Dirección de Seguridad Pública (Dispi), Mario Papi, aclaró este miércoles que la repartición que dirigió no tenía facultades legales para ordenar a Gerdarmería el reagrupamiento de los frentistas que el 30 de diciembre de 1996 protagonizaron una espectacular fuga de la cárcel de Alta Seguridad (CAS), sin perjucio de los informes de seguridad que la entidad entregaba al Ministerio de Interior.
La afirmación de Papi aclara las declaraciones que esta mañana hiciera el magistrado que lleva la causa, Lamberto Cisternas, respecto de que el documento que ordenó el reagrupamiento de los cuatro frentistas podría haber emanado desde la Oficina de Seguridad Pública.
"Es muy difícil que una orden así haya salido de una repartición que no tenía ninguna competencia para ello, pues eso es facultad exclusiva de Gendarmería y de los jueces que instruyen la investigación. Mientras están en proceso son los jueces quienes deciden el lugar de reclusión y la administración de ello corresponde a Gendarmería", enfatizó Papi, quien ejerció el cargo hasta marzo de 2000.
En conversación con EMOL, Papi explicó que las funciones que debía realizar el organismo a su cargo eran de recabar y procesar información para entregarla al ministro de Interior, y que en ese sentido la Dispi sólo manejaba datos de los frentistas que estaban detenidos y de su situación procesal a ese momento, pero nada en particular de los cuatro extremistas que se fugaron en 1996, Mauricio Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hoffmann y Patricio Ortiz Montenegro.
Esta mañana, el ministro en visita Lamberto Cisternas, dijo hoy que no recuerda la existencia de algún documento "oficial" que precisara un reagrupamiento de estas personas en un módulo específico del CAS, pero que se les agrupaba por órdenes que emanaban -"según mi recuerdo"- de la Oficina de Seguridad Pública del Ministerio del Interior (Dispi).
"Que yo recuerde no hay ningún documento oficial que reconozca (esta situación). Lo que sí puede haberse reunido dentro de los antecedentes son las diversas comunicaciones para la reagrupación de los procesados o reos", explicó el magistrado.
Agregó que "esto da cuenta de reagrupaciones en algunos tiempos anteriores a la fuga, pero no puedo precisar exactamente los tiempos", explicando que este no fue el único reagrupamiento realizado cuando los frentistas se encontraban en la Cárcel de Alta Seguridad.
"Lo que tengo claro es que se les reagrupaba por órdenes que emanaban, según mi recuerdo, de la Oficina de Seguridad del Mministerio del Interior, pero eso es según mi recuerdo, y los tiempos exactamente no los tengo claros".
Ayer el magistrado habló con la prensa y afirmó que tiene conocimiento del documento al que (en una entrevista publicada el martes por el diario "La Tercera") hizo referencia el ex jefe de seguridad de Gendarmería, coronel (r) Edmundo Letelier, el cual estaría en el expediente que lleva.
Letelier dio a conocer la existencia de un documento que ordenaba el traslado de uno de los frentistas al patio donde se hallaban los otros internos, días antes de producirse la espectacular fuga.
UDI con ministro de Justicia
El hecho provocó que este miércoles los senadores de la UDI Andrés Chadwick y Carlos Bombal acudieran a una cita con el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, en la cual le pidieron agilizar la investigación para esclarecer este antecedente y para que la repartición preste una mayor colaboración en la investigación que sustancia Cisternas.
Al respecto, Gómez aclaró que de acuerdo a los antecedentes que él tiene está en condiciones de asegurar que no hubo ningún documento en cual se ordenara 15 días previos a la fuga el reagrupamiento de los cuatro frentistas, pero admitió que es posible que esa orden se cursara al menos seis meses antes, tal como lo reconoció ayer el actual director de Gendarmería, Hugo Espinoza.
De ser confirmado el antecedente, la investigación podría entrar en un grado mayor de complicación, pues no son pocos los que piensan que en la fuga y posterior salida del país de los frentistas, hubo gente cercana de círculos de poder que podrían haber tenido algún antecedente al respecto.
De hecho, en la UDI sostienen en forma reiterada que tanto la esta maniobra estuvo ampliamente apoyada desde fuera, pero incluyen no solamente la fuga misma, sino que también en el asesinato del senador Guzmán.
"Aquí ha habido colaboración de funcionarios vinculados a fuentes de poder que encubrieron el asesinato, facilitaron la acción de los extremistas, facilitaron su huida de la cárcel, le han permitido su encubrimiento a través de los años y han tenido protección", dijo el senador Chadwick a la salida de la entrevista con Gómez.
Una vez conocidas las declaraciones del magistrado Cisternas respecto de que la orden podría haber emanado de la Dispi, el senador Bombal no quiso referirse al tema mientras no tenga la confirmación del hecho, pero sí dijo que de ser cierto, el tema es aún más grave que si el documento haya emanado del Ministerio de Justicia.
Antecedentes del caso
Los nuevos antecedentes salieron a la luz pública luego que el ex jefe de seguridad de Gendarmería, coronel (r) Edmundo Letelier, declarara que días antes del 30 de diciembre recibió un documento desde el Servicio de Defensa Social del Ministerio de Justicia para que se procediera a reagrupar a los frentistas que después protagonizarían la fuga de la CAS.
En la práctica, ese documento estipuló que el frentista Mauricio Hernández Norambuena -quien es sindicado como uno de los cabecillas del asesinato de Guzmán- fuera trasladado al patio donde ya se encontraban Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hoffmann y Patricio Ortiz Montenegro. La razón que justificó el traslado, según el propio Letelier, se basó para resguardar la seguridad personal de Hernández Norambuena luego que se produjera una golpiza contra Raúl Pellegrín, líder del grupo escindido del Frente Patriótico Manuel Rodríguez Autónomo(FPMR-A).