SANTIAGO.- Unas 200 personas podrían ser afectadas por el mal del dengue en la Isla de Pascua, después de que la semana pasada el Gobierno confirmara un brote epidémico en el territorio insular.
A pesar de dos años de políticas de prevención y control en la isla, el viernes fue ratificado oficialmente que una joven santiaguina de 21 años que viajó como turista a Pascua fue afectada por la enfermedad viral, que es transmitida por el mosquito Aedes Aegypti y puede provocar la muerte.
La alerta sanitaria movilizó al Gobierno que inició un plan de ataque al insecto portador en Pascua, debido al temor de que la enfermedad, que el 2001 afectó a 610.000 personas en América y mató a 133 personas, se multiplique y perdure en el tiempo.
"Aunque sea un caso confirmado, esto es un brote epidémico. De acuerdo con estudios estadísticos, cuando surge un brote se prevé que entre un 3 y un 5 por ciento de la población pueda ser afectada por la enfermedad", dijo a Reuters el subsecretario de Salud, Gonzalo Navarrete.
La Isla de Pascua, la zona habitada más remota del mundo, situada a 3.800 kilómetros de la costa chilena y a 2.200 kilómetros del lugar poblado más cercano, cuenta con 3.500 habitantes, de los cuales 200 podrían enfermar, según estimó la autoridad.
Epidemia abre sospechas
Navarrete informó que hasta ahora existe un caso confirmado en Santiago, aunque otros dos serían ratificados oficialmente el martes.
Hay 20 personas más de las que existe "sospecha clínica", debido a que actualmente presentan síntomas como dolores musculares, manchas oscuras en la piel y altísima fiebre.
Las muestras sanguíneas de otras 59 personas están siendo analizadas pues sobre ellas pesa la "sospecha epidemiológica", es decir, presentaron síntomas similares antes de que se confirmara la presencia del dengue, por lo que ya dejaron atrás el período de 10 días de desarrollo del mal.
Todos los casos son personas que viven o transitaron por la Isla de Pascua en los últimos dos a tres meses.
Afortunadamente, los casos de dengue detectados pertenecen a la variedad más leve, el llamado "dengue clásico", por lo que hasta ahora no habría riesgo mortal para los afectados.
Sin embargo, aunque no se trata del dengue hemorrágico, que en ocasiones puede matar en 24 horas a un enfermo a consecuencia de sangramiento interno, la sola mención del mal podría afectar duramente la llegada de los cientos de europeos y norteamericanos que visitan anualmente la enigmática isla, cuna de los gigantes "moais" de piedra.
"Si no atacamos esto directamente podemos tener muy malas noticias, pues va a inhibir a los turistas de Europa y Estados Unidos que es gente muy quisquillosa del tema de la salud", dijo a Reuters el alcalde de Isla de Pascua, Pedro Edmunds.
Los pascuenses viven del turismo, por lo que están adoptando serias medidas para erradicar cuanto antes el mal.
Ataque frontal
Hace dos años que las larvas del mosquito transmisor llegaron a la isla, probablemente escondidas en una planta traída desde Tahiti, donde el dengue no ha sido controlado.
Un enfermo debió llegar desde el extranjero y fue picado por el mosquito transmisor, quien trasladó el virus a un receptor sano.
Dado que no existe otra manera de transmitir el mal, los esfuerzos de las autoridades están centrados en eliminar al Aedes Aegypti y limpiar los lugares donde puede focalizarse.
"La meta es eliminar de aquí a tres semanas el vector en Pascua", dijo Edmunds.
El objetivo no es tan complejo, tomando en cuenta que la isla posee 160 kilómetros cuadrados y sólo en 600 hectáreas se ha detectado el insecto.
Pese a que el vector requiere de un ambiente tropical húmedo para su subsistencia y temperaturas que no bajen de los 10 grados celsius, la alerta sanitaria también alcanza al territorio continental chileno, pues el país está rodeado de vecinos con la enfermedad a cuestas como Brasil, Argentina, Perú y Bolivia.
"El peligro en Chile es el mismo que existía antes de que pasara algo en Pascua", dijo Navarrete.
Los temores están circunscritos, en todo caso, a dos zonas: Arica, por su cercanía con Perú, y Pudahuel, por la presencia del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez.
"Hasta ahora no se ha visto, pero hay que estar alertas", concluyó el subsecretario Navarrete.