SANTIAGO.- El abogado de derechos humanos, Hernán Quezada, querellante en la "Operación Colombo", calificó como un avance importante la determinación del Juez Guzmán de someter a proceso a los generales (r) César R. Benavides y Enrique Montero, dos ex ministros del Interior del Gobierno de Augusto Pinochet.
"Aquí se hace valer el principio de que no sólo responden los subordinados, sino que también los jefes, en este caso dos ex ministros del Interior tienen una alta y grave responsabilidad por hechos que ocurrieron en el país y ellos, en su calidad de secretarios de Estado, precisamente de la cartera del Interior, no podían ignorar situaciones como las que estaban ocurriendo", señaló a radio Cooperativa.
Lo anterior en relación a la situación de Benavides, a quien el Juez Juan Guzmán encausó por 16 desaparecidos, y del general en retiro de la Fuerza Aérea Enrique Montero, por el mismo cargo respecto de cuatro personas.
En este sentido, Quezada explicó que "la resolución del ministro Guzmán hace justicia para fijar responsabilidades de aquellos que tenían este tipo de funciones en el país en materias tan delicadas como la seguridad interior".
El abogado dijo también que "hay presunciones fundadas de su participación como cómplices en estos delitos".
Finalmente, el jurista señaló que el sumario tiene dos aspectos, "unos son específicamente los delitos de secuestro, las desapariciones forzadas que se perpetraron en contra de centenares de chilenos y paralelamente a esto, el montaje que se elaboró el año 1975 por parte de la dictadura para hacer creer a los chilenos de que 119 de estos desaparecidos habían huido al extranjero y que estaban matándose entre ellos en Argentina en supuestas rencillas internas".
