IQUIQUE.- Un sacerdote franciscano fue condenado por el tribunal a pagar 10 UTM por manejar en estado de ebriedad.
El religioso de 45 años fue responsable del volcamiento de su camioneta el pasado 25 diciembre.
El sacerdote explicó que el día del accidente había realizado seis misas, dos bautizos y una asamblea con feligreses, y que había bebido media botella de vino.
Los informes a mano del tribunal indicaron que el test de alcoholemia al cura arrojó positivo en grado de ebriedad.