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Arquitecto Germán Del Sol es el nuevo Premio Nacional de Arquitectura 2006

El galardonado tras cursar 4 años de arquitectura en la Universidad Católica, partió España, donde estudió tres años en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, recibiendo su título en 1973.

14 de Septiembre de 2006 | 08:04 | El Mercurio en Internet

El ganador dijo que el premio "es algo que todos lo deseamos y yo lo deseaba muchísimo". (Foto: El Mercurio)
SANTIAGO.- El arquitecto Germán Del Sol Guzmán fue elegido Premio Nacional de Arquitectura 2006, galardón que será entregado oficialmente en el marco de la XV Bienal de Arquitectura, en octubre próximo.

La elección la hizo el directorio del Colegio de Arquitectos de Chile, presidido por el arquitecto Juan Sabbagh Pisano, luego de que el Comité de Búsqueda del premio, seleccionara una terna con los profesionales con mayores posibilidades para recibir el galardón.

Para proceder a la elección de los postulantes al premio, se definió un grupo con las principales características para la selección de los tres arquitectos que finalmente serían presentados al Directorio del Colegio, en consideración a su obra arquitectónica; trayectoria profesional ejemplar y ejemplarizadora; desempeño ético ejemplar y ejemplarizador; labor académica y labor gremial, entre otras.

El nuevo Premio Nacional de Arquitectura, tras cursar 4 años de arquitectura en la Universidad Católica, partió España, donde estudió tres años en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona,
recibiendo su título en 1973.

Entre sus principales obras están: 1992, Pabellón Chileno Expo Sevilla 92, España; 1993, Hotel explora en Patagonia; 1995, Bodegas para Viña Gracia, Totihue; 1997, Oficinas de Córpora, Santiago; 1998, La Dehesa, Santiago; 1998 , Hotel explora en San Pedro de Atacama;2000, Termas del río Puritama, Atacama; 2000, Saunas y estanques en Atacama; 2000, Caballerizas en Atacama; 2002 Termas de Cajón Negro, Pucón y 2003: Termas Geométricas.

Importantes méritos

Juan Sabbag Pisano, presidente del Colegio de Arquitectos de Chile, destacó los méritos de los tres candidatos que constituyeron la terna para la elección del Premio Nacional, entre los que se encontraban, los arquitectos Enrique Browne y Teodoro Fernández. Precisó que cada uno en su mundo y en los aportes que han hecho a la arquitectura chilena han sido notables, razón por la cual fueron nominados.

En el caso del arquitecto Germán Del Sol, señaló Sabbagh, lo que se destacó fue "lo notable de su obra, la que ya hace mucho tiempo se ha venido imponiendo con una enorme certeza en el territorio, considerando su inserción en los lugares geográficos, de una manera muy notable. Hoy todo el mundo habla de la importancia de nuestro paisaje y de la importancia de preservar el medioambiente".
Destacó también que el galardonado, desde hace ya muchos años está haciendo arquitectura en que no sólo es capaz de lograr una inserción, sino que muchas veces mejorar el lugar, con la característica de "la poesía que él propone en sus obras, logrando transformar su arquitectura en arte", precisó Sabbagh.

Un regalo deseado

Germán Del Sol, manifestó, por su parte, que este premio "es algo que todos lo deseamos y yo lo deseaba muchísimo, por que pienso que es una oportunidad y un regalo, para que uno pueda dar testimonio de lo que piensa y estimo que uno tiene que defender en lo que cree y tiene que dar testimonio de lo que ha visto y de lo que ha recibido. Yo aprendí de mis profesores y viendo arquitectura en todas partes, en todo el mundo".

Indicó que "yo me siento con el premio feliz, por que como dije, es una oportunidad de poder hablar de arquitectura y darle el lugar que corresponde y en ese sentido, nunca será suficiente el esfuerzo que hagamos los arquitectos para que esto se pueda conocer. Hoy no hay un reconocimiento a la belleza o no nos atrevemos a hablar de la belleza y yo creo que es un consuelo y uno casi podría vivir de la belleza: del pan y la belleza. Creo que estamos concentrados en el pan, pero tenemos que preocuparnos de lo otro: tenemos que dar casas, pero por sobre todo, tenemos que dar dignidad".

En una reflexión final, Germán Del Sol señaló que "para mi ser contemporáneo, o sea heredero de un mundo moderno no consiste tanto en la búsqueda permanente de la innovación por la innovación, sino más bien en volver al principio, y tratar de hacer las cosas otra vez un poco mejor.

Creo que soy uno de los arquitectos chilenos que se ha inspirado en el espíritu de las tradiciones indígenas o locales, actualizándolas para conectarlas con el mundo, sin quedarse en lo folclórico o puramente local. Trabajo con lo que es más universal de lo local, como Violeta Parra."