Madre podría recuperar cenizas de su hijo fallecido en Estados Unidos

SANTIAGO.- Ocho meses de dolor y angustia ha vivido María Fernández Munizaga , quien en abril último perdió comunicación con su hijo que vivía en los Estados Unidos. Luego supo que en ese país había fallecido y cremado porque nadie reclamó su cuerpo.

Ahora al fin puede recuperar aunque sean sus cenizas. Por fin después de meses "dejando los pies en la calle", podrá tener entre sus manos el ánfora, quizás justo para la Navidad y Año Nuevo, que era lo único que ella pedía.

El lunes recién pasado, junto al diputado Francisco Chahuán, viajó a Santiago para entrevistarse con el Director de la Dirección General Consular, Hernán Brantes, con el objeto de detallarle personalmente el drama que vive desde abril, cuando habló por última vez con su hijo Paulo Mellado (36), quien vivía en Tenesee, Estados Unidos hacía 13 años.  

Fruto de esa reunión, ayer recibió una llamada de la Dirección Consular, en la que le pidieron el certificado de nacimiento de su hijo y que lo legalice en el Ministerio de Justicia.  Luego de eso, en 15 días más podría cumplir su único anhelo: tener el ánfora para vivir su luto.

Doña María cuenta que periódicamente recibía los llamados de su hijo, quien cada mes le enviaba dinero para sus gastos.  Eso fue hasta el 27 de abril, cuando la llamó y le contó que se encontraba hospitalizado, debido a que le habían detectado un grave problema al páncreas.

"Le dije que iba a viajar, pero él me pidió que no lo hiciera hasta que estuviera mejor", señala.   Entonces le perdió la pista.  Al tiempo, logró tomar contacto con un conocido de Paulo, quien le comunicó que éste había fallecido el 31 de ese mes.

Entonces comenzó su pesadilla, pues su hijo era indocumentado y, como tal, usaba una identidad falsa.   En definitiva, no tenía cómo recuperar los restos, que a falta de reclamo, fue cremado (y por ende, ya no podía ser reconocido).

La madre, sin embargo, no se dio por vencida.  Reunió las pruebas y, tras "tocar muchas puertas" acudió a la oficina del diputado Chahuán, quien realizó una serie de gestiones para ayudarla a recuperar las cenizas.

"Yo sé que la persona fallecida es mi hijo porque todo coincide: el cuerpo cremado no fue reclamado por familiares; autoridades estadounidenses presumen que se trataría de un chileno; hay cartas en las que el joven fallecido le dice a su madre que se hacía llamar por el nombre con el que fue identificado el cuerpo sin reclamar; hay registros que la última llamada la hizo desde el Hospital donde falleció (Hospital Greenwood Leflore. MS)", explica.

Desde entonces, Chahuán se ha comunicado con el cónsul de Chile en Misissippi y Tenesse; con el Consulado y Embajada de EE.UU. en Chille y la Dirección General Consular, donde finalmente habrían resuelto el problema.