SANTIAGO.- El senador socialista Alejandro Navarro dijo que los problemas del Transantiago están provocando un enorme costo político a la Concertación y dijo que si las fallas no se solucionan en un plazo prudente "nos pueden costar el gobierno" . Además vaticinó que lo que viene es un alza de tarifas.
En entrevista con Fernando Paulsen en Chilevisión dijo que el Estado no debe renunciar a intervenir y añadió que "es facil sacarse el pillo culpando al operador Manuel Navarrete porque tiene mala fama".
Navarro sostuvo que el transporte público es un derecho ciudadano de máxima importancia porque es lo que permite llegar a los hospitales para curarse, a las escuelas para educarse, etc.
En la entrevista valoró los dichos de la Presidenta Bachelet al señalar que da la cara y asume la responsabilidad sin importarle las encuestas, pero dijo que no le gustó que el ex mandatario Ricardo Lagos se desmarcara al manifestar que le correspondía al actual gobierno la implementación del sistema.
También reiteró su intervención en el Senado en que aseguró que "estamos en medio de la crisis, las incomodidades, fallas y el fracaso del sistema de gestión de flotas, que hacen que el Transantiago esté funcionando artesanalmente”.
Dijo que hay problemas que se originan en la génesis. Señaló que se utilizó una encuesta de origen y destino de 2000 en que no se logró determinar a dónde iba la gente.
"Los operadores no saben cuántos pasajeros transportan, cuánta plata están ganando o perdiendo, y se encuentran proyectando como recuperar las pérdidas que les está produciendo este precario sistema, todo lo que apunta a la tarifa, que es la próxima amenaza para los usuarios. Hoy se paga por un viaje de primera clase y se está llevando a los chilenos en carreta. Y precisamente, es por eso que nos interesa el éxito del Transantiago, porque aquí no hay vuelta atrás ni regreso a los buses amarillos, es que nos interesa anticipar las amenazas y resolver los problemas antes de que estallen”, dijo en la jornada.
Aumento de tarifas
Navarro señaló que “es inevitable que aumente el pasaje del Transantiago, lo que era previsible desde hace mucho tiempo. No existe sistema de transporte público en el mundo que no esté subsidiado por el Estado. Las tarifas pagadas por los usuarios no son suficientes para financiar un transporte público eficiente y moderno. Por ello la AFT debe aclarar ahora si las actuales tarifas se van a mantener, pero lo que es más importante, si el sistema de tarjeta con 90 minutos de transbordo sin costo, se va a mantener. Desafío a Sonda a que haga pública la fecha del funcionamiento del software de gestión de flota y de lo que están planificando en torno a las tarifas. No hay más remedio que el Estado intervenga las empresas ineficientes. No nos sirve un Estado regulador débil en el transporte público”.
“Lo que si está claro -agregó- es que los $380 pesos que hasta ahora se repartían entre el conductor y el dueño de la micro, pasan a repartirse entre muchos y variados actores que no entraron en este negocio por caridad pública sino para ganar dinero, lo que es legítimo, pero no garantiza que todos quedarán contentos con el pago. Porque hay que recordar que los nuevos operadores que ingresaron al negocio por cierto, no lo conocen. ¿Cómo es posible que se mantenga la tarifa de 380 pesos, cuando antes esa misma cifra iba al empresario y sus operarios, y ahora va a Sonda, a cinco bancos, a los kioskos de la red de recarga de la tarjeta BIP, a los operadores de líneas troncales y locales, al sistema de información satelital, a los operadores de emergencia que pueden ser permanentes si no se soluciona el problema del flujo?. A ese precio, ninguna empresa aguanta. De lo contrario, aunque no subieran los pasajes, el incremento por tomar más buses para llegar al mismo lugar, es en el fondo un aumento del 100% de costo para el usuario, por cada bus nuevo, y eso no lo soporta ningún santiaguino de a pie”.
Fue un remate al menor postor
Para el parlamentario, “es bueno sincerar el tema desde ya, para no vivir en la constante crisis, y sobre todo, saber cual es el monto que el Transantiago va a cargar al bolsillo de la gente. El Director internacional de Connex, Jean Louis Soulas ha señalado que “siempre se dijo que las empresas que tuvieran más experiencia en el negocio, tendrían más puntaje, pero eso no ocurrió, porque lo que mas importó a la hora de ver las ofertas fue los montos destinados para la reserva técnica, es decir, en el fondo el que mas ofrecía dinero se quedaba con un troncal. Esto fue un especie de remate. Soulas aseguro que en octubre del 2004 el ex ministro Javier Etcheberry les prometió que participarían sólo empresas con experiencia probada el sistema y calificó de grave la última versión de las bases de licitación del 25 de noviembre de 2005”.
El senador señaló que “las tarifas de Francia, Italia y España, por ejemplo, son inferiores a la tarifa de Transantiago, aún cuando los salarios europeos son muy superiores: un pasajero del complejo sistema de transportes de París paga en promedio 0,40U$ por viaje y su empleador debe reembolsarle la mitad del costo del abono mensual. La proporción de su salario que un trabajador parisino invierte en transporte es siempre inferior al 7% mientras que en Santiago llega hasta el 22% para un trabajador que percibe el salario mínimo, con dos viajes al día. En Brasil, las empresas pagan el transporte de sus asalariados a través del sistema conocido como “Vale Transporte”. Los propios empresarios brasileños defienden el “Vale Transporte” como una poderosa herramienta de redistribución del ingreso en favor de la población más modesta”.
Navarro realizó un “llamado a la ciudadanía para no aceptar el alza de cobros. No se puede jugar con las expectativas de los usuarios. Los usuarios no deberían pagar ni siquiera la actual tarifa, si el servicio es incompleto. Un alza de precios no puede tolerarse si ni siquiera se ha cumplido con el precio actual. Sería verdaderamente un robo. Es evidente que la única forma de evitar un alza de tarifas es a través de subsidios. Se replica con el Transantiago el modelo de Salud y Educación, donde los sistemas privatizados implican subsidios que benefician sólo a los privados y no a los usuarios. La solución es “una ley que autorice al Estado a administrar y operar el Transantiago, una responsabilidad que nunca debió entregar, focalizando los subsidios con equidad. Lamentablemente esta ley sólo la puede presentar el Ejecutivo y no los parlamentarios, de acuerdo a lo que señala la Constitución chilena”.