SANTIAGO.- Malos resultados obtuvo el Transantiago en la primera encuesta presencial aplicada a la población usuaria del nuevo sistema de transporte, dada a conocer por la Escuela de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad Diego Portales.
De hecho, de las 34 comunas en las cuales se realizó esta consulta, solamente dos de ellas obtuvieron nota sobre 5.0. Esas fueron Ñuñoa, 5.4, y Vitacura, 5.1.
Las peores evaluadas, y donde el plan obtuvo nota bajo 3.0, fueron: Lo Prado (2.9), La Granja (2.6), Cerrillos (2.4) y Quilicura (1.6).
El bajo resultado se explicaría, según Louis de Grange, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Diego Portales y encargado de este estudio, por "la baja frecuencia en estos servicios que redunda en elevados tiempos de espera de los usuarios, así como también en las mayores caminatas para llegar a los paraderos".
En cuanto al servicio que prestan los troncales y los alimentadores la nota no fue tanto mejor: sacaron un promedio de 3.5.
El troncal peor evaluado fue el número 2, de la empresa SuBus, con una nota 3,2.
De los alimentadores el que sacó la peor calificación, con un 2,2, fue el D, destinado a las comunas de La Reina, Peñalolén, Macul y Ñuñoa.
Según el académico, las razones son atribuibles, por una parte, a los deficientes niveles de servicio que ha presentado el Transantiago hasta la fecha, pero principalmente por las altas expectativas que se habían formado los usuarios del sistema en relación al nuevo plan de transporte.
Uno de los aspectos más novedosos de la investigación fue distinguir el propósito de viaje de los usuarios, separándolo por Trabajo y Estudio, correspondiendo al 68% y al 24% del total de los entrevistados respectivamente (sólo un 8% de los encuestados declaró un propósito de viaje diferente).
Los estudiantes ponen mejor nota y son más optimistas
Los estudiantes evaluaron el Transantiago con nota 4, superior a la de la gente que trabaja (3,3), aunque sigue siendo deficiente.
"Este resultado puede explicarse en parte porque los estudiantes tienen más acceso a información del Transantiago, especialmente vía Internet, en comparación con la población adulta que trabaja, que no tiene un acceso tan fácil a ello", aclara De Grange.
Asimismo, este grupo es más optimista a la hora de expresar su opinión respecto de la mejoría del sistema, ya que un 59,3% cree que sí lo hará, mientras que sólo un 44,3% de las personas que se transportan en él para ir al trabajo comparte esa percepción.
Sin embargo, los estudiantes dicen preferir las "micros amarillas" en un 46,4%, lo que aumenta en el segmento trabajador a 58,4%.
En términos generales, para el 80% de los usuarios el Transantiago no cumplió con las expectativas. En el caso de los trabajadores, el descontento llega al 81,5% y en los estudiantes a 74,6%.
Usuarios deben madrugar y esperar más tiempo
El 73,8% de los entrevistados señala que desde la puesta en marcha del Transantiago debe levantarse más temprano. Similar porcentaje se aplica a quienes opinan que el trato de los conductores hacia el público es mejor que antes.
En términos generales, un 72,5% de las personas declaran demorarse más que antes en tomar locomoción y un 57,7% dice destinar más tiempo a su viaje.
En tanto, el tiempo utilizado en caminar hacia el paradero es casi el mismo que antes, según un 44,5%. Respecto a la cantidad de dinero que gastan en transporte público, un 53% dice gastar igual cantidad y el 30,2% más.
La seguridad en los nuevos buses es un elemento que tampoco perciben las personas como una mejoría respecto del antiguo sistema, ya que solamente el 28,2% cree que ha mejorado y un 37,7% piensa que es peor.
La muestra se aplicó presencialmente a 509 personas mientras viajaban en el nuevo sistema de transporte público.
El objetivo fue medir el grado de satisfacción de los usuarios a más de un mes de su implementación y luego del ingreso de los estudiantes a clases.
La estratificación del estudio se realizó de acuerdo a demandas espaciales y se conversó con pasajeros de buses troncales y alimentadores, de dos a seis personas por vez, para evaluar diferentes recorridos de los dos tipos de servicios.