SANTIAGO.- El Pleno de la Corte Suprema ordenó al tribunal de alzada que resuelva si abre un proceso disciplinario en contra del ministro Carlos Cerda, quien está a cargo del caso Riggs.
El máximo tribunal adoptó la decisión tras conocer todas las declaraciones que el magistrado formuló en Estados Unidos, tras procesar a 23 personas del círculo más cercano al fallecido general (r) Augusto Pinochet.
El vocero del tribunal, Urbano Marín, indicó que no están juzgando al juez Cerda, sino que le están ordenando a la Corte de Apelaciones que determine si el ministro incurrió en algún hecho que vaya en contra de la disciplina que establece su cargo.
Una de las declaraciones que complicaría la situación de Cerda tiene relación con una entrevista publicada por "El Mercurio" donde el magistrado se refiere a la labor de la Sala Penal del tribunal máximo. "La Sala Penal de la Corte Suprema ha puesto al derecho chileno al día. A las otras les falta mucho, me parece a mí", señaló en el periódico.
Marín recordó que, entre otras disposiciones, el Código Orgánico de Tribunales señala que los magistrados no pueden atacar a otros jueces ni tribunales de la República. "Eso es lo que tiene que examinarse, si hay mérito disciplinario", explicó
Cerda viajó esta semana a Estados Unidos a recibir el Premio a la Justicia que le otorgó la Fundación Gruber, consistente en una medalla de oro y unos 88 millones de pesos, por su defensa a los derechos humanos.
En su discurso, el ministro admitió que hay un sector del país que no reconoce su independencia judicial. "Hay un sector del país que no reconoce en mí al juez independiente, imparcial y objetivo. Llego aquí con ese vacío", señaló en la oportunidad.
No obstante, afirmó que se siente "legitimado" en su trabajo jurisdiccional que lo llena "vocacional y profesionalmente". "Creo ser juez de la gente. Quiero ser juez de todos", añadió.