SANTIAGO.- Marisol Poblete dice que no puede llorar, sino que sólo siente un dolor en el pecho cuando tiene pena. El mismo que sintió el jueves cuando pasó por afuera de los restos de su casa en Río Claro, Región del Maule, que el jueves se incendió por completo por tercera vez, presuntamente a causa de pirokinesis.
La madre de este hogar, que comenzó a ser afectado por el extraño fuego en enero de este año, dice que luego de que peritos, parasicólogos, sacerdotes católicos y un pastor evangélico trataran infructuosamente de ayudar a la familia, ya casi no tiene fe en poder hallar un solución.
"Casi perdí la fe de todo, ya estoy perdiendo las esperanzas, ahora yo me siento muy cansada, me siento súper mal, mucho dolor de cabeza, dolor en mi pecho. Lo de ayer (jueves) me afectó mucho, ahora acabo de pasar por ahí por la vivienda y la veo y no puedo llorar y eso es lo que me afecta más", relata Marisol.
"Nos quedamos con lo puesto"
La mujer cuenta que como hacía un tiempo desde que no eran afectados por el fuego "estábamos tranquilos de que ya no iba a pasar nada, que se había pasado todo". Sin embargo el jueves, mientras salía a buscar a sus nietos al jardín infantil las llamas reaparecieron, aparentemente sin motivo, aun cuando la luz estaba cortada por precaución.
"Cuando sentí a los Bomberos yo no sabía si era mi casa y decía 'no Señor, que no sea mi casa', pero igual se me quitó la fuerza, mi corazón como que ya no daba más", recuerda. Añade que "cuando llegué, me encontré que ya no había vivienda, se quemó completamente en diez minutos, nos quedamos con lo puro puesto".
No obstante, Marisol agradece que su hija y su nieto, quienes dormían al interior de la mediagua cuando comenzó el fuego, hayan logrado escapar con vida de las llamas. "Mi hija despertó con el olor del fuego así que ahí salió con el niño y llamó a Bomberos, porque o si no habríamos lamentado otra desgracia", señala.
Resultados estarán en un mes
En tanto, peritos del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones de Santiago realizaron las diligencias en terreno tendientes a recabar antecedentes sobre el origen del fuego, cuyos resultados se conocerán dentro de un mes.
Mientras, la familia permanece albergada en un recinto de la municipalidad de Río Claro y espera gestionar la entrega de una mediagua a través de las autoridades comunales.
Pero según señala Marisol, más que bienes materiales, lo que la familia desea es conseguir ayuda profesional efectiva, que pueda solucionarles definitivamente el problema. De lo contrario, dice que nunca podrán estar tranquilos.
"El problema es que no tenemos explicación para esto. La casa la bendijo el pastor, le echó agua bendita, hicieron hartas cosas, pero no sirvió de nada. Nosotros queremos una solución que nos sirva porque o si no siempre vamos a estar con miedo", afirma.