SANTIAGO.- "Me parece completamente extemporánea, porque resulta ser que este sistema ya se ha chupado alrededor de mil millones de dólares", fue la categórica reacción del presidente de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, ante la propuesta lanzada hoy por el ex abanderado presidencial de su sector, Joaquín Lavín, respecto a establecer "un gran acuerdo" para solucionar los problemas del Transantiago, replicando el trabajo que se realiza en materia de seguridad y lo que se logró en materia educacional.
Aunque reconoció que el ex alcalde de Santiago "tiene alguna idea sobre el Transantiago", el timonel advirtió que con su propuesta de pacto "llegó tarde".
"El Transantiago no se arregla con mil millones de dólares, que ya fueron gastados, y no se arregla con buena voluntad. Tendría que intervenir una cirugía mayor y yo creo que ya es tarde", sentenció.
Pese a ello, subrayó que su sector siempre ha mostrado "buena voluntad" para llegar a acuerdos, "y en los temas institucionales, como la rectificación del sistema binominal, nosotros trabajamos meses y el 2 de octubre de 2006, entregamos un fajo de 32 páginas de propuestas, sobre eso no se oye padre", reclamó.
"Ahí ofrecíamos entregarles tres asientos en el Congreso a los partidos llamados excluidos, a cambio de medidas que permitieran sino impedir al menos disminuir la intervención electoral, y el Gobierno optó por mantener los resortes", aseguró.
Lo de ayer "fue un poquito artificioso"
Aunque ayer el gesto del Gobierno y la oposición de tomarse las manos para celebrar el acuerdo en materia educacional fue la imagen del día, hoy el timonel de RN se encargó de aclarar que la escena no dá para segundas lecturas y fue parte de "una puesta en escena un poquito artificiosa".
"Nosotros veníamos a firmar un acuerdo y terminamos en una cosa que era un poco parecida al Carnaval de Río", dijo con su particular sentido del humor.
-Pero usted también levantó la mano…
"A mí la ministra de Educación me tomó la mano, a mí no me había pasado hace mucho tiempo que una mujer me tomara la mano. Uno es educado y la educación te inhibe un poco… Cómo le iba a decir 'quite pa' allá', no. Sería muy feo", prosiguió.
Finalmente declaró que en el Ejecutivo saben que en su sector tienen "una tremenda dosis de buena fe y que somos educaditos, pero no hay que sobregirarse".
"Primero, hay que ver si acaso el Gobierno es capaz de aplicar y promulgar las bases para la educación que se convinieron ayer, que para la mayor parte de los partidos de izquierda es como tomarse dos litros de aceite de ricino. Entonces, aparte que les va a hacer muy mal para el estómago y ya hay algunos síntomas, tenemos que ver que esto resulte. Si resulta, ya podrá hablarse de otra cosa", sentenció.