SANTIAGO.- Pese a que el presidente de la CUT, Arturo Martínez, reconoció que el ministro de Hacienda Andrés Velasco "es un buen negociador y en esta oportunidad tuvo voluntad de negociar", distinguió que sigue pensando que el secretario de Estado "es un economista de derecha, neoliberal que le gusta la macroeconomía y que no piensa mucho en lo social".
Esto luego de que se acordara un reajuste de un 6,9 por ciento en los sueldos de los empleados fiscales, aumento que se logro con su intervención en el diálogo de los gremios con el Gobierno.
En entrevista con Canal 13, el dirigente sostuvo que el alza lograda en las remuneraciones de los empleados fiscales se dio en gran medida porque "yo creo que ahora habían otras condiciones, había una situación complicada para el Gobierno en la negociación, tuvieron muchos traspiés durante la semana con el Transantiago, con el proyecto de presupuesto. Estaba cansado, no quería otra derrota (el ministro de Hacienda)".
Martínez manifestó que no estaba de acuerdo con que funcionarios públicos que tenían sueldo millonarios obtuvieran el reajuste, pero que "la ley es para todos, pero me gustaría que todas las personas que tienen cargos de confianza, que llegan a la administración pública, ministros, funcionarios, parlamentarios, incluso de la corte suprema, jueces, donaran ese reajuste a alguna fundación de ancianos o alguna institución que haga ayuda social".
En este contexto, el líder sindical afirmó que los efectos de la inflación no son iguales para todos, debido a que "los salarios bajos compran productos que suben mucho y otros compran raquetas de tenis, compran whisky. Entonces creo que los sueldos bajos son los que pagan el costo mayor de la inflación".
Sobre si él quedo conforme con lo logrado, el dirigente señaló que "ninguno de los gremios quedó contento, ni conforme. Lo que pasa es que los gremios vieron en algún momento que lo que se había avanzado en tantas horas de trabajo se estaba perdiendo, porque el Gobierno iba con 6,5 por ciento de reajuste al parlamento, no llevaba los bonos el proyecto".
Sobre lo anterior agregó que "entonces cuando vimos eso los gremios me pidieron que hiciera una gestión para reponer el tema que había estado planteado antes para que el gobierno se fuera con esos puntos al Congreso, con el fin de evitar de que entrara por menos, pero también se acordó ir a tratar de subirlo que fuera con ese piso".
Al terminar, el presidente de la CUT indicó que el movimiento nunca tuvo un quiebre, porque su permanente negociación con el Gobierno "fue una estrategia que discutimos todos en la CUT y que decidimos que el único que iba a tratar de reponer el acuerdo iba a ser yo, por lo que los gremios quedaban en libertad para seguir peleando por más (dinero)".