SANTIAGO.- Como "un disparate" calificó el ex juez Juan Guzmán Tapia la norma ética aprobada por la Corte Suprema que prohíbe a los magistrados recibir premios monetarios que excedan el carácter simbólico.
Al visitar La Moneda, donde sostuvo un encuentro con el ministro del Interior, el ex magistrado a cargo del caso Pinochet, dijo que en esta resolución observa "un problema de celos", ya que se adoptó luego que el juez Carlos Cerda fuera premiado por la Fundación Gruber de Estados Unidos con una medalla de oro y 172.549 dólares por su labor en defensa de los derechos humanos.
"Es un disparate, imagínese que yo lo comparo con que se le quisiera dar el Premio Nobel a una persona que está ejerciendo el cargo de magistrado y no lo va a recibir porque está en una causa de derechos humanos… Es un absurdo. Pienso que aquí hay un problema de celos, porque Carlos Cerda es un magistrado universalmente reconocido y es un hombre que ha trabajado durante la dictadura justamente en causas de derechos humanos", aseveró.
Según Guzmán, "la Corte Suprema debería pensar un poco en el honor que significa tener jueces de la calidad de Carlos Cerda que reciben reconocimientos internacionales".
El ex juez destacó la figura del magistrado a cargo del caso Riggs al señalar también que "es un hombre apasionado del derecho y de la justicia" y "demasiado honesto para que vaya a influir cualquier premio en sus decisiones".
"Los jueces como todos los seres humanos merecen reconocimiento", añadió Guzmán al retirarse de la sede de Gobierno, donde se entrevistó con el jefe de gabinete para solicitar una audiencia con la Presidenta Bachelet para abordar el conflicto mapuche, y pedirle que designe un mediador en la huelga de hambre que mantiene un grupo de indígenas en Angol, labor que el ex magistrado se mostró dispuesto a asumir.