Patricia Troncoso desmiente negociación formal con el Gobierno

SANTIAGO.- La activista pro mapuche Patricia Troncoso, que lleva 108 días en huelga de hambre, desmintió a través de un comunicado que esté en negociaciones formales con el Gobierno para deponer su actitud y aclaró que "sólo ha habido acercamientos por medio de la Iglesia Católica a la cual le pido que continúe con sus buenos oficios".

La declaración pública de Troncoso, conocida como "La Chepa", fue hecha pública por la Agrupación Educacional Pichiwentru Taiñ Mapu Mew, y añade que "hago una invitación al Ejecutivo a solucionar de forma eficaz y eficiente el tema de la huelga de hambre que ya se extiende por 108 días y solicito un documento donde aparezca formalmente el otorgamiento del beneficio de ir a un predio de educación y trabajo (CET) y de los beneficios intrapenitenciarios a partir de marzo del 2008 (fin de semana)".

La petición de Patricia Troncoso afecta también Jaime Marileo Saravia (CET y fin de semana) y Juan Millalen Milla (CET y dominical).

Este sábado el Gobierno propuso a través de monseñor Alejandro Goic que tan pronto ella culmine su huelga de hambre y sea dada de alta por los doctores, será trasladada a un centro de educación y trabajo. Contados seis meses a partir de esa fecha, "La Chepa" podrá gozar de los beneficios de salida dominical, tal como lo estipula el reglamento de Gendarmería.

En el caso de los otros dos comuneros, Jaime Marileo y Juan Millalen, que también se encuentran en huelga de hambre, serían trasladados a un centro similar y podrían optar a los mismos beneficios.

En el comunicado, Patricia Troncoso añade que "esto no quiere decir que las demandas fundamentales de esta huelga tales como libertad a todos los presos políticos mapuches, desmilitarización de las comunidades y revisión del caso Poluco-Pidenco hayan quedado de lado, pero vemos que en Chile no existen las garantías para tratar estos temas, por lo que seràn revisados en marzo por la Corte Interamericana de Derechos Humanos".

"Esperamos una pronta respuesta y no como un acto de buena voluntad, sino como un acto de justicia, pues nuestros hermanos que han hecho cinco años de cárcel inocentemente, siendo juzgados por la ley antiterrorista cuya única prueba para su condena han sido testigos sin rostro y pagados maliciosamente por el Ministerio Publico".