Abogado de Podlech viaja a Italia para coordinar defensa del ex fiscal militar

SANTIAGO.- En una visita de 10 días, Luis Valentín Ferrada, el abogado del ex fiscal militar chileno Alfonso Podlech -quien cumple prisión preventiva en Roma por la desaparición en 1973 del ex sacerdote de origen italiano, Omar Venturelli- llevará a cabo una estrategia de organización y coordinación de la defensa para lograr cuanto antes la libertad de su cliente.

"Yo voy en una tarea de coordinación, de determinar las estrategias de la defensa, las líneas a seguir y obtener en el menor tiempo posible la declaración de inocencia del señor Podlech", precisó el abogado.

Tal como adelantó ayer a El Mercurio, el abogado explicó que "paralelamente, sin duda, buscaremos que mientras el juicio se desarrolle, él pueda tener alguna forma de libertad garantizada", al tiempo que precisó que como defensa le garantizarían al tribunal que Podlech no tiene intenciones de escapar y eludir la labor de la justicia italiana.

Ferrada viaja esta noche a Italia para apelar a la decisión del juez de instrucción Sante Spinacci, quien rechazó el pasado miércoles un recurso para que Podlech cumpliera su arresto en régimen domiciliario.

En Roma, el abogado pretende contratar a juristas italianos que defiendan a Podlech, y además llevar hasta el colegio de abogados de Italia un documento emitido por la orden chilena, donde se acredita la trayectoria como jurista del ex fiscal militar y se plantea la necesidad de que tenga una legítima defensa, para lo cual le pide colaboración a dicha entidad.

Según los plazos que se manejan, a fines de septiembre y principios de octubre debería desarrollarse la audiencia donde el fiscal italiano Giancarlo Capaldo formalice la acusación contra Podlech. Aunque la defensa del ex fiscal militar aspira a que esa diligencia se adelante "lo máximo posible" y que, mientras ello sucede, se le otorgue la libertad.

Ello es prioridad para Ferrada, dada la edad de su cliente y las condiciones de su reclusión en la cárcel de Rebibbia: En una celda de aislamiento de un recinto de alta seguridad y en un escenario "prácticamente de incomunicación total".