Sacerdote Juan Esteban Morales afirma que Karadima insiste en su inocencia

SANTIAGO.- Tras dos horas de careo con el denunciante James Hamilton, el ex párroco de El Bosque de Providencia Juan Esteban Morales, se retiró de la diligencia asegurando que el sacerdote Fernando Karadima continúa declarándose inocente de los cargos de abuso sexual por los cuales el Vaticano lo condenó.

"El padre Fernando está rezando mucho. Él es una persona que está rezando por todas las personas. Él insiste en su inocencia", aseguró Morales, el único sacerdote que lo visitó hasta la notificación definitiva de la Santa Sede.

El fallo del Vaticano impide a Morales acercarse a Karadima, así como al resto de los clérigos de la Unión Sacerdotal. Al respecto el sacerdote aseguró su "plena adhesión del decreto del Vaticano como siempre lo he hecho. Monseñor Ezzati asumió una declaración en que todos nosotros como sacerdotes de la Unión Sacerdotal fuimos representados y acojo toda su manifestación".

A pesar de eso, el presbítero afirmó que todo este proceso le produce "mucho dolor", porque "yo tengo la experiencia de haber recibido muchas cosas buenas de la Parroquia y especialmente del padre (Karadima)".

Morales, finalmente, aseveró que el careo con James Hamilton, en el cual participó también el vicario Diego Ossa, "fue sereno y con mucho respeto".

Estas diligencias se dan en el marco del fallo definitivo del Vaticano, el que consideró culpable a Karadima, luego de que éste presentara su apelación al primer dictamente de la Santa Sede, y luego que la magistrada Jéssica González finalizara la fase de interrogatorios a los cuatro obispos formados por Karadima.

González interrogó el lunes pasado al obispo Tomislav Koljatic durante dos horas y en reserva.

El obispo de Linares fue inquirido sobre si fue testigo de una conducta impropia por parte de Karadima y sobre por qué entregó una carta con un cheque por $1 millón a Oscar Osbén, ex feligrés de la parroquia El Bosque.

Sobre este último punto, Koljatic aseguró el 8 de abril que desconocía el contenido de la misiva. "No (sabía), nada. Simplemente, aprovechando que yo estaba en Santiago, que una vez al mes voy a Santiago, me dijeron: 'Oye, ¿tú puedes llevar esta carta? La van a pasar a buscar allá'. 'Sí, claro, muy bien'. Así fue'", dijo.