El ministro Felipe Bulnes sostuvo hoy que "el diálogo debe ser sin exigencias ni condiciones".
Alex Moreno, El MercurioSANTIAGO.- Aunque remarcó que "el diálogo debe ser sin exigencias ni condiciones", el ministro de Educación, Felipe Bulnes, se pronunció esta tarde sobre las garantías que les impuso la Confech para sumarse a una mesa de diálogo con el Ejecutivo, acogiendo dos de las cuatro exigencias.
Las peticiones que se mostró dispuesto a aceptar son que las mesas de trabajo entre el Gobierno y los estudiantes se realicen en forma "transparente", dejando constancia de las sesiones en actas públicas a las que pueda acceder la ciudadanía; y abogar porque las universidades no infrinjan la ley que establece que son instituciones sin fines de lucro.
"Estamos plenamente de acuerdo y también valoramos la transparencia como principio a resguardar", sostuvo el ministro Bulnes, afirmando que "estamos disponibles a que todo lo que se converse sea recogido en un acta donde se consigne con fidelidad la posición de cada actor y donde la ciudadanía se pueda enterar con claridad qué se habló y en qué punto se llegó a acuerdo".
En cuanto a la petición de la Confech de "no entregar recursos de todos los chilenos a las instituciones que lucran, infringiendo la normativa vigente", sostuvo que "estamos plenamente de acuerdo y, tanto es así, que vamos a fiscalizar que las universidades sean sin fines de lucro. Y más que eso, vamos a presentar un proyecto de ley que crea Superintendencia de Educación Superior, que resguardará este principio".
Sin embargo, el secretario de Estado rechazó las exigencias de los estudiantes de postergar el cierre del primer semestre académico en las universidades para reprogramar la asignación de becas y créditos; y paralizar los proyectos de ley en materia educacional que envió el Ejecutivo al Parlamento.
Descartó que haya "medidas de presión"
En cuanto al primer punto, sostuvo que "no es que no queramos, es que no se puede (recalendarizar el semestre) porque los tiempos no alcanzan". En ese sentido, explicó que "el primer semestre se tiene que cerrar el 7 de octubre, porque sólo así se logra que el segundo semestre logre ejecutarse entre el 10 de octubre y el mes de enero".
Añadió que "aún si se tomara todo el mes de enero (para completar el periodo), el segundo semestre debe partir el 10 de octubre" y remarcó que "para el tema de las becas, el semestre tiene que estar cerrado el 7 de octubre".
En este punto, Bulnes rechazó el argumento de la Confech de que mantener el cierre del primer semestre en esa fecha constituía una medida de presión de parte del Ejecutivo. "Estos plazos no son para nada una medida de presión del Gobierno, sino que se explican en normativas que rigen desde mucho antes del conflicto", aseveró.
Finalmente, fundamentó el rechazo a paralizar los proyectos de ley enviados al Congreso por el Ejecutivo, afirmando que "no podemos dejar de tramitar proyectos que estamos convencidos que son buenos para el país", aludiendo especialmente a las iniciativas que reprograman a los morosos del Crédito Solidario y rebajan la tasa de interés del Crédito con Aval del Estado.
"No vemos cómo tramitar este proyecto de ley podría ser un obstáculo para el proceso de diálogo (...) No creemos que debamos paralizar la tramitación de proyectos que benefician a más de 500 mil personas", enfatizó.
Pese a esto, insistió en que están disponibles a incorporar las indicaciones a estos proyectos, en base a los acuerdos que se alcancen en estos temas en las mesas de diálogo.
Aunque no acogió todas las exigencias de la Confech, el ministro llamó a los estudiantes a "trabajar desde mañana mismo, porque los plazos se están corriendo" y reafirmó que "vamos a tener la mejor voluntad para contar con un diálogo franco y abierto".
Se espera que los dirigentes de la Confech se pronuncien a las 20.00 horas sobre la respuesta que entregó el ministro, tras la asamblea nacional que sostienen a esta hora en Valparaíso.