SANTIAGO.- Durante su reciente visita a Uruguay, el Presidente Sebastián Piñera debió enfrentar las protestas de unos 300 universitarios de ese país, que decidieron salir a las calles para expresar su solidaridad con el movimiento estudiantil chileno.
Precisamente ese conflicto, que se arrastra por cerca de seis meses, fue parte central de una entrevista que el Mandatario concedió al diario "El País" de Uruguay y en la cual se encargó de defender lo realizado por su administración.
"El Gobierno dio pasos gigantescos en el tema de la educación, pero los estudiantes quieren todo aquí y ahora. Pero la diferencia es que el Gobierno, además de ser idealista y soñar con grandes cosas, como las que reclaman los estudiantes, tiene la obligación de ser realista", advirtió.
En esa línea, recordó que "los estudiantes están pidiendo educación gratuita para todos, pero un Gobierno no puede pensar solo en los universitarios".
Al respecto, destacó que en su primer año al mando del país "se concentró en la educación preescolar y escolar", mientras que ahora el desafío es enfrentar la educación superior. Con ese fin, recalcó, se han establecido becas para todos los alumnos del 40% más vulnerable, mientras que para el 20% siguiente se elaboró un sistema que va a combinar becas y créditos, y para el resto se están "mejorando las condiciones del crédito".
Al ser consultado sobre el deseo de los estudiantes de conseguir soluciones ahora, Piñera respondió que "todos quisiéramos ir más rápido, pero hay que tener cuidado".
"Uruguay y Chile estamos a mitad de camino en la ruta hacia el desarrollo. Tenemos que ser realistas y no pretender vivir más allá de nuestros medios. Eso no sólo va a frenar el desarrollo, sino que ya conocemos las experiencias de países europeos que por seguir ese camino hoy están en crisis profundas", apuntó.
"La ciudadanía pide que se solucionen en un año problemas que se arrastran hace décadas. Estamos frente a una opinión pública muy consciente de sus derechos, pero a veces no tanto de sus deberes. Está empoderada y es impaciente. Eso tiene un aspecto positivo que motiva a avanzar más rápido, pero también es peligroso intentar ir más rápido de lo posible, uno puede descarrilarse", sentenció.
El Presidente Sebastián Piñera aseguró que, antes del final de esta década, Chile y Uruguay pueden dejar de ser subdesarrollados y eliminar la pobreza.
"Todos quisiéramos ir más rápido, pero hay que tener cuidado. Uruguay y Chile estamos a mitad de camino en la ruta hacia el desarrollo. Tenemos que ser realistas y no pretender vivir más allá de nuestros medios", dijo el Mandatario en una entrevista con el diario local "El País".
en torno a los reclamos sociales en su país sobre la educación.
Piñera realizó esta semana una breve visita oficial a Montevideo.
"Uruguay y Chile estamos en una situación muy expectante porque si logramos seguir creciendo con fuerza vamos a poder dejar atrás el subdesarrollo y la pobreza antes del final de esta década. Pero no hay que dormirse en los laureles: aún tenemos que esforzarnos mucho", agregó.
Según Piñera, en América Latina en general todavía falta un mayor esfuerzo para fortalecer los "pilares tradicionales del desarrollo (la estabilidad política, la economía responsable y abierta al mundo y la búsqueda de una mayor igualdad de oportunidades)" e incorporar "cuatro pilares nuevos" asociados al conocimiento y la información.
Dichos pilares son, dijo, mejorar la calidad de la educación y el capital humano; invertir más en ciencia y tecnología; fomentar la innovación y el emprendimiento; y "hacer un esfuerzo inmenso de integración para que todos se sientan parte de ese proyecto, todos aporten al desarrollo y todos se beneficien de ese desarrollo".
El presidente reconoció que su país tiene "niveles de pobreza absolutamente inaceptables y niveles de desigualdad absolutamente excesivos. Por eso, añadió, una de sus "grandes prioridades" fue "sentar las bases para que antes que termine esta década, Chile pueda haber dejado atrás la pobreza".
Y se refirió al propósito de mejorar la calidad de la educación en todos los niveles como "la madre de todas las batallas".
Desde hace unos cinco meses grupos estudiantiles realizan movilizaciones y protestas callejeras en Chile reclamando ampliar las becas para la enseñanza universitaria y mayor inversión en esa área. La popularidad del gobierno de Piñera ha caído desde entonces.