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Abuso sexual: Niños ven a desconocidos y religiosos como las figuras más peligrosas

Asi lo reflejó la encuesta "Abuso: configuración y supervivencia", de la Corporación Opción y la Fundación para la Confianza, que consultaron a 500 menores que no necesariamente han sido vejados.

20 de Enero de 2013 | 13:38 | Por Ramón Jara A., Emol
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El sacerdote Fernando Karadima es uno de los casos emblemáticos del abuso contra menores en Chile.

El Mercurio.

SANTIAGO.- Los padres son las personas que más confianza entregan a los niños y la figuras religiosas e instituciones públicas las que más aprensión les provocan.


Éstas son algunas de las conclusiones del estudio "Abuso: Configuración y supervivencia", en la que se encuestó a 500 menores de entre 12 y 17 años -que no necesariamente han sido víctimas de vejámenes- y se le aplicó un focus group con 16 adultos que sí sufrieron ataques durante su infancia.


Según la encuesta elaborada por la Corporación Opción, su Centro de Estudios de la Niñez (CEN) y la Fundación para la Confianza, los menores consideran a los desconocidos y las figuras religiosas como las más peligrosas y candidatos serios a ser abusadores.


En este sentido, al entregarse un listado de posibles figuras bajo sospecha, el 70,4% calificó a un desconocido como alguien de mucho peligro, mientras que un sacerdote y un pastor alcanzan el 43,6% y el 41,6% respectivamente. Los sigue un amigo de la familia, con el 41,2%.


La directora de la Corporación Opción y del CEN, Consuelo Contreras, explicó a Emol que este dato "seguramente tiene que ver con lo que ha aparecido en los medios en relación a situaciones que han ocurrido en relacíón a sacerdotes de la iglesia católica o pastores, y por lo tanto eso los niños lo han entendido, leído como figuras que no son de plena confianza".


De todos modos, agregó que "eso yo lo encuentro bueno, en el sentido de que de repente a sociedad chilena ha intentado generar espacios de confianza donde no los hay a los niños".


La importancia del hogar


Otro aspecto importante de este estudio es que el 90,4% de los niños encuestados se siente seguro en su casa, por lo que lo consideran un lugar donde no serían objeto de abuso. Esto se condice también con que en el punto de "personas significativas", son los padres los que dan más confianza (87,6% la madre y 80% el padre).


Sin embargo, el 8% de los consultados indicó no sentirse seguro en su hogar, lo que para los responsables del estudio es preocupante.


Consuelo Contreras señaló que "esos niños que se sienten inseguros en el hogar es porque algo que está pasando, y un poco coinciden las cifras, se acercan al hecho de que para nosotros la estadística de niños que han sido víctimas de alguna agresión sexual, en el estudio nos dio un 6,2%".


Además, agregó que el porcentaje de niños que se sienten seguros en su casa "es coincidente con que normalmente el abusador es una persona cercana al niño. El abusador aprovecha el espacio de confianza que tiene para abusar sexualmente del niño".


En este caso, "una de las cosas que más afecta a los niños que son abusados sexualmenta es quién abusa, que es una persona a quien le han depositado confianza y porque esperan de esa persona protección y cuidado, entonces es una de las situaciones más fuertes y más dolorosas para los niños", sostuvo.


Conclusiones: La necesidad de justicia


La directora de Opción sostuvo que una de las conclusiones es que "que las situaciones de abuso se dan porque en este país hay un contexto abusivo. Los niños sienten que hay un uso del poder hacia ellos que es abusivo, y en diversos ámbitos, no sólo el sexual".


Asimismo, criticó que Chile sea el único país latinoamericano que no ha acondicionado su legislación a la convención sobre derechos del niño, y "sigue vigente la ley de menores del año 1927 reformada en el 67, pero sigue vigente una ley que no está de acuerdo a la convención, donde se establece un conjunto de derechos humanos consagrados para los niños y niñas donde se establece la protección contra el abuso sexual".


El tercer aspecto es tratar de lograr la imprescriptibilidad del delito de abuso sexual, ya que "a veces pasan 10, 15 años, hasta que la persona habla", por lo que los "delitos que deben ser sancionados desde el momento de la revelación".


En ese sentido, "la justicia es clave en el proceso de reparación, decirle al niño 'esto no es culpa tuya, es del adulto'. Para el niño eso es super importante en el proceso de reparación".


Finalmente, concluyó con la importancia de "el cambio cultural que hay que hacer en el país. Entender que los niños no son objetos, sino que son personas con derechos con sentimientos con una idea de la realidad, personas con dignidad a las que hay que respetar".

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