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Del aeroplano a los satélites: Las hazañas de los cien años de la aviación militar chilena

En 1913 un avión militar voló por primera vez en el territorio chileno. Fue un aeroplano monomotor que sobrevoló los campos de la comuna de El Bosque. Hoy la institución cuenta con modernas aeronaves y sistemas de Defensa Antiaérea de última generación.

04 de Marzo de 2013 | 11:06 | Por Francisco Águila, Emol

SANTIAGO.- El 7 de marzo de 1913 fue una jornada particular para el capitán de Ejército Manuel Ávalos Prado, quien era el encargado de realizar algo inédito hasta ese entonces en el país.


Ese día, su nombre pasaría a la historia como el primer chileno en realizar un vuelo de carácter militar en territorio nacional. La hazaña la realizó a bordo de un aeroplano monomotor Blériot XI, bautizado con el nombre de "Chile".


El vuelo fue realizado en las pistas de la recién inaugurada Base Aérea El Bosque –en el sector sur de la capital–, donde 25 días antes se había inaugurado la Escuela de Aeronáutica Militar, que después pasaría a llamarse Escuela de Aviación y que este año cumple cien años de vida.


Según el censo de 1910, cuando se creó la Escuela de Aviación, en Chile la población era de tres millones de habitantes, la mayoría de los cuales vivía en el campo. Había 1.756 coches tirados por caballos, 656 carretas y sólo 21 automóviles, por lo que un avión volando era algo que sólo se veía en Europa, donde éstos pasarían a ser casi cotidianos a raíz del inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914.


Más tarde, el teniente Dagoberto Godoy, quien hizo el primer cruce de la Cordillera de Los Andes; el teniente Armando Cortínez Mujica, que hizo el mismo cruce, pero ida y vuelta; y los capitanes Diego Aracena y Armando Castro, que realizaron el primer vuelo de Santiago a Río de Janeiro y de Santiago a Buenos Aires, respectivamente, también quedaron en la historia de la aviación nacional.


Otro aviador que es especialmente recordado es el comodoro Arturo Merino Benítez –cuyo nombre lleva el Aeropuerto Internacional de Santiago–, quien siendo comandante creó la Línea Aérea Postal Santiago-Arica, que después pasaría a llamarse Línea Aérea Nacional (LAN).


Satélites y misiones humanitarias


El correr de los años y el avance de la tecnología han permitido que actualmente los oficiales que se forman en la Escuela de Aviación e integran la Fuerza Aérea de Chile (FACh) –creada el 21 de marzo de 1930– cuenten con equipos de última generación.


El antiguo aeroplano monomotor que realizó la primera hazaña hoy es reemplazado por los modernos cazabombarderos F16, A36 Halcón, F5 Tigre III y Súper Tucano; helicópteros Bell 412, UH1H, Bell 206 y Black Hawk; aviones de transporte pesado Hércules C130, Boeing 767, Boeing 737, KC 135; y aviones de transporte liviano CASA 212, Twin Otter, Cessna Citation y Lear Jet, entre otros.


Mientras que la instrucción de los futuros pilotos se hace en los aviones T-35 Pillán de la Escuela de Aviación.


Otro dato interesante es que la institución posee sistemas de Defensa Antiaérea y Detección de última generación, a fin de dar protección a las Bases Aéreas pertenecientes a las cinco Brigadas que posee la FACh a lo largo del país.


Pero la defensa aérea del país no es la única labor que realizan los oficiales de la escuela matriz una vez que egresan, sino que también participan en misiones de paz y ayuda humanitaria, como la que prestó en 1944, tras el terremoto que afectó a la ciudad argentina de San Juan.


En 2004 se iniciaron una serie de misiones de paz en Haití, hasta donde han viajado 17 dotaciones, completando 13 mil horas de vuelo humanitario. Asimismo, La Agrupación de Helicópteros estuvo también, por mandato de Naciones Unidas, supervisando el proceso de paz tras la invasión de Irak a Kuwait, en 1991, en Medio Oriente.


Asimismo, el 31 de agosto de 1995, se produjo uno de los últimos hitos de la aviación chilena. Fue lanzado el primer satélite experimental chileno, el FASAT-Alfa, el que por un problema técnico no logró desacoplarse del cohete que lo transportó al espacio.


No obstante, el fallido intento fue seguido por la exitosa puesta en órbita del satélite FASAT-Bravo, en julio de 1998. El aparato funcionó sin problemas hasta junio de 2001.


Finalmente, el 16 de diciembre de 2011, ocurrió el exitoso lanzamiento del satélite FASAT-Charlie, el que desde entonces ha funcionado de forma permanente, enviando imágenes que son útiles tanto para la Defensa como en diferentes áreas productivas del país, incluyendo el monitoreo de los efectos de los desastres naturales.

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