SANTIAGO.- La violencia intrafamiliar aumentó en el país, registrándose 4.800 casos más entre los años 2010 y 2012, según un estudio realizado por ONG Activa.
El sondeo arroja además que en 9 de 15 regiones aumentó la violencia intrafamiliar, durante ese periodo, registrándose las mayores alzas en la Metropolitana (10,09%), Coquimbo (7,51%), Tarapacá (6,37%), Biobío (5,59%), Antofagasta (4,84%) y Los Lagos (3,06%).
Dentro de la región Metropolitana las comunas que más incremento registraron fueron María Pinto (57,81%), Huechuraba (57,73%), La Granja (37,39%), San Pedro (36,36%), Puente Alto (34,84%), Santiago (32,53%), San José de Maipo (30,76%), La Cisterna (30,02%), Pirque (29,29%), El Bosque (28,16%), Conchalí (25,04%) y Padre Hurtado (25,19%).
Para la Directora de ONG Activa, Gloria Requena, "el aumento se debe a que no existen políticas claras para abordar la violencia. Tenemos un ley débil, que no protege a las víctimas, a lo cual se suma la disminución de los recursos en programas claves, como aquellos destinados a tratar a los hombres agresores y la falta de información en programas que se esperaba serían claves, como el brazalete electrónico".
Para el edil de Maipú, Christian Vittori, cambiar la legislación es clave: "las medidas de protección que contempla la actual legislación son ineficaces y no otorgan ninguna garantía real a las víctimas de su cumplimiento. La prueba de esto es que más del 50% de las víctimas de femicidio en Chile, tenía decretada una medida cautelar en su favor y fueron asesinadas por sus parejas o ex parejas de igual modo".
Según los estudios de prevalencia de la violencia intrafamiliar en Chile, el 35,7% de las mujeres declara ser víctima de violencia, siendo ésta ejercida mayoritariamente por sus parejas o ex parejas. Dentro de las causas del ejercicio de esta violencia figuran mayoritariamente los celos conjuntamente con el uso de la violencia como medio de control sobre la víctima, lo cual se une a la causa anterior.
El estudio señala que hay patrones culturales en el uso de la violencia que siguen estando presentes en nuestra sociedad, centrando la mirada en la mujer como objeto y no como sujeto, lo que se manifiesta en expresiones recurrentes de los agresores como "la maté porque era mía, si no es mía no es de nadie, entre otras".
Dentro de los lugares de ocurrencia más frecuente de los episodios de violencia, figura en un 46% el hogar de la propia víctima, siendo los lugares más peligrosos dentro de éste el dormitorio y la cocina. En cuanto a los horarios en que se verifican las agresiones, sigue siendo predominante la tarde y la mañana, producto del estrés que genera la llegada y salida de los hogares.