El general Iván Travisany explicando al ex futbolista Rubén Espinoza, familiar de parte de los desaparecidos, los alcances de las operaciones de búsqueda.
Felipe González, El Mercurio (Archivo).SANTIAGO.- Más allá de las malas condiciones climáticas y del mar o el fuerte viento, fue la falta de información fidedigna el principal obstáculo que tuvieron los equipos de rescate tanto de la FACh como de la Armada para encontrar la avioneta perdida el pasado 6 de octubre, cuando volaba entre Isla Mocha y Tirúa, en la Región del Biobío.
Así lo señaló a Emol el jefe de la III Brigada Aérea, general Iván Travisany, en respuesta a varias preguntas que este medio le realizó a pocas horas de que se tomara decisión de terminar hoy con la búsqueda, a menos que haya un hallazgo significativo durante esta jornada.
"El factor principal que ha dificultado la operación de búsqueda, ha sido desde el comienzo la falta de información fidedigna. Lamentablemente, sólo dos personas pueden ser identificadas fehacientemente como testigos: la que despachó la aeronave desde Isla Mocha, la cual sólo lo divisó durante unos pocos minutos después del despegue y la persona que registró en video el último despegue del avión", dijo.
En esa línea, recordó que los rescatistas recibieron una serie de informaciones de parte de personas que dijeron haber escuchado a la aeronave, pero todos indicando lugares y horarios diferentes.
"Hay que tener en cuenta que ese día domingo (en que se perdió la nave) se realizaron varios vuelos en el sector, por lo que esos ruidos también podrían haber correspondido a otro avión. No obstante lo anterior, no hemos descartado nada e investigamos cada información que hemos recibido en este sentido", sostuvo.
Asimismo, detalló que los más de 500 rescatistas de la FACh y la Armada rastrearon más de 9.500 kilómetros cuadrados de tierra y mar, entre Isla Mocha y Tirúa.
"La Armada terminó de rastrear el sector de Punta Tirúa hasta Punta Nena. Ahora están trabajando desde Punta Nena hasta Punta Morguilla. Son casi 60 kilómetros de borde costero, al cual no se había logrado acceder anteriormente debido a que las condiciones de marea no lo habían permitido. No obstante lo anterior, estamos rechequendo varios sectores que estaban contemplados dentro de la planificación inicial", agregó.
El general Travisany declinó referirse al costo total de la denominada "Operación Tirúa" y aseguró que pese a todos los inconvenientes que se han presentado durante los días de búsqueda, la relación con los familiares de los desaparecidos ha sido "muy dinámica, de mutua cooperación y de contacto directo".
Lo anterior, según explicó, ha permitido mantenerlos interiorizados y al tanto de todas las actividades que son llevadas a cabo respecto de la "Operación Tirúa".