SANTIAGO.- Desde carreras tradicionales, como Derecho, Ingeniería y Medicina, hasta otras más alternativas, como Actuación, Secretariado Bilingüe y Perito Agrícola, son algunas de las profesiones que ostentan los integrantes del nuevo Congreso Nacional, que acaban de ser electos.
De acuerdo a un catastro realizado por Emol, el 91% de los diputados y senadores que integrarán el Parlamento a partir de marzo próximo estudiaron en la universidad. La mayoría en la Universidad de Chile (29%), luego en la Universidad Católica (19%) y en la Universidad de Concepción (7%). Mientras que un 6% estudió una carrera técnico profesional.
La "bancada" más numerosa es la de los abogados. De hecho, uno de cada tres diputados y casi la mitad de los senadores tiene el título de abogado o realizó estudios en Derecho.
En la Cámara es donde hay más variedad de profesiones, contándose 23 distintas. A los abogados les siguen los ingenieros (21), profesores (14), médicos (9), cientistas políticos y administradores públicos (8) y veterinarios (5).
Pero también hay diputados electos que estudiaron carreras menos comunes, como paisajismo, técnico agrícola, perito agrícola, secretariado bilingüe y también hay un oficial (r) del Ejército. (Ver gráfico con todas las profesiones).
En tanto, en el Senado la variedad de carreras se reduce y predominan las más tradicionales. Después de los abogados, no hay predominio claro de ningún otro gremio. Entre las profesiones –que cuentan con hasta tres representantes– está Medicina, Odontología, Sociología, Ciencia Política, Pedagogía, Economía, Periodismo y Trabajo Social, además de un publicista, un relacionador público y un técnico agrícola.
También hay seis parlamentarios –dos senadores y cinco diputados– que cuentan con dos títulos profesionales de pregrado, algunos en áreas muy distintas, como el diputado Jorge Sabag (DC), que es ingeniero civil y abogado.
Además, casi la mitad de quienes integrarán el nuevo Parlamento –47% de los senadores y 40% de los diputados– cuentan con algún postítulo, cursado en Chile o en el extranjero. De éstos, siete legisladores –dos senadores y cinco diputados– poseen un Doctorado en una universidad extranjera, principalmente en Europa y Estados Unidos: Ena von Baer (UDI), Ignacio Walker (DC), Pablo Lorenzini (DC), Marco Antonio Núñez (PPD), Rodrigo González (PPD), Daniel Farcas (PPD) y Felipe Kast (Evopoli). Este último cursó un Doctorado en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard.
En tanto, hay tres parlamentarios –todos diputados– que no informan de estudios superiores, universitarios ni técnicos.
"La profesión no determina la capacidad política"
El predominio de algunas profesiones, como Derecho, Ingeniería o Medicina, entre los congresistas no es casual. La Doctora en Ciencia Política y académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, Mireya Dávila, explica que históricamente, los políticos en Chile y América Latina generalmente han sido abogados. "Este Congreso sigue con esta lógica histórica de que Leyes es la profesión de origen de la mayoría de los políticos", señala. Dice que esto se debe a que, de las profesiones liberales, Derecho "es la que otorga un conocimiento más experto de cómo funciona el Estado".
Sin embargo, indica que en los últimos años la forma de abordar la política ha ido cambiando desde el paradigma legal al económico. "De alguna forma, la economía le está disputando a las leyes el paradigma o los lentes con que se miran los asuntos públicos", explica. Esto se ha visto reflejado en el aumento de los políticos con una formación profesional ligada a esa área, como economistas e ingenieros comerciales. En el nuevo Parlamento chileno, los profesionales que cursaron carreras del área económica llegan a 11 en ambas cámaras, mientras que los abogados ascienden a 55.
En tanto, la alta presencia de ingenieros y médicos en el Congreso, además de abogados, se relaciona con que son carreras tradicionales –y, por ende, más antiguas y grandes– y a que esas escuelas han sido "por excelencia, cuna de las organizaciones estudiantiles universitarias, que han potenciado históricamente la organización política".
Pero, ¿la formación profesional y los años de estudio influyen en el desempeño de un parlamentario en el Congreso? La experta indica que si bien hay algunas carreras –como Derecho o Ingeniería– que podrían entregar conocimientos técnicos específicos para la labor parlamentaria, afirma que "la profesión no determina la experticia política".
"Claramente, a un abogado le va a ser más fácil que a un geógrafo saber cómo se manejan las leyes en el Congreso, pero eso no es suficiente para evaluar a un congresista. Como todo oficio, es una práctica que se aprende con el tiempo y está hecho para gente normal, no para superdotados", afirma.
De hecho, valora que los parlamentarios tengan profesiones variadas, ya que "el Congreso es la institución que representa a la sociedad, en términos políticos, y mientras más diversidad haya, se enriquece más la discusión".
También dice que no hay que tener "prejuicio" con los parlamentarios que no cuentan con estudios superiores, ya que "pueden tener mucha capacidad y ser súper buenos políticos, porque los atributos para ser un buen político no tienen que ver necesariamente con la profesión, ni con el origen social, sino que dependen de otras variables que no son ésas".
Como ejemplo, cita el caso del dirigente pesquero, Iván Fuentes, que fue electo diputado por la Región de Aysén. "Probablemente no tiene estudios, pero tiene muchas otras cualidades que tú intuitivamente dirías que va a ser un buen congresista, la capacidad de diálogo, la capacidad de entender al otro, la capacidad de ser líder… Los conocimientos técnicos tú los puedes aprender, o tener asesores, pero el criterio político es una cuestión que sólo tú tienes", afirma.