El ex ministro reiteró su apoyo a la ''a la ganadora de la primaria'' en que participó, pero recalcó que no es dueño de los votos de sus adherentes.
El MercurioSANTIAGO.- El ex precandidato presidencial, Andrés Velasco, reiteró su intención de no participar en un eventual futuro gobierno de Michelle Bachelet, para privilegiar su quehacer político desde la sociedad civil.
"Nadie me ha ofrecido nada, pero hace mucho tiempo, antes de la primaria, fui claro al decir que espero trabajar desde la sociedad civil en los próximos años", dijo tras sufragar el ex ministro de Hacienda, quien especificó que "voy a seguir trabajando por la renovación de la política (...), por las buenas prácticas, porque las cosas se hagan bien".
Respecto del comportamiento de sus adherentes en esta segunda vuelta, Velasco recalcó que "en la concepción moderna de la política los votos no tienen dueño, por lo que no corresponde que los candidatos dispongan de ellos. Fui muy claro respecto de mi voto, participé en la primaria de una coalición, y apoyé a la ganadora de esa primaria".
En el local de votación ubicado en Campus Oriente, el líder del movimiento Fuerza Pública se plegó a las voces que han mostrado preocupación por la baja concurrencia a las urnas, pero se mostró confiado en que esta tendencia se revierta en horas de la tarde.
"Preocupa la baja participación. Yo soy optimista, así es que reitero la expectativa de que la gente se levante y vote. Es la oportunidad que tenemos de marcar nuestro destino. Y si no decidimos nosotros, van a ser otros los que decidan qué va a pasar en el país, y eso obviamente no es deseable".
Sobre las causas para explicar el fenómeno, apuntó a "cosas más o menos obvias. En parte es porque nunca habíamos tenido una segunda vuelta días antes de Navidad. El clima también incide, y el suspenso respecto de quién es el ganador es menor. Pero ninguna de ésas, a mi juicio, es una excusa de fondo".
Velasco además condenó los ataques sufridos esta mañana por Pablo Longueira: "En la democracia podemos tener desacuerdos, pero nada nunca justifica ni los empujones, ni los golpes, ni los escupos. Eso es el extremo de la mala política".