LAS VEGAS.- El escenario es el siguiente. Una persona se despierta con la alarma del teléfono y de inmediato, un parlante en el velador empieza a reproducir música y el televisor se prende, mostrando el pronóstico del clima para el día, mensajes importantes y la mejor ruta para llegar al trabajo. Después, al querer ver una película, las luces de la sala de ajustan automáticamente, y la reproducción se para automáticamente cuando el espectador se para del sillón.
La escena puede sonar futurista, pero según BK Yoo, presidente de ejecutivo de la división de electrónica de consumo de Samsung, todos las partes necesarias para poder llevarla a la realidad ya existe y su compañía promete lanzar estas experiencias antes de fin de año.
Así lo indicó en su presentación de la noche del lunes en la feria CES, dando inicio al ciclo de charlas de ejecutivos de grandes compañías. Sin duda el evento más esperado de la jornada, con 2.600 personas haciendo filas por horas para entrar a la presentación, llevando al Palazzo Ballroom del hotel Venetian.
La misión de Yoo quedó clara desde el principio: presentar un manifiesto de su compañía respecto al concepto del internet de las cosas (IOT), uno de los conceptos de moda de esta edición de CES aunque no es una idea estrictamente nueva.
Según explicó el ejecutivo en su presentación de 45 minutos, la idea de Samsung es clara: esta es la próxima gran revolución de la industria, pero la idea de un “jardín cerrado”, donde una compañía controla toda la experiencia de uso, no va a funcionar. Se necesitan ecosistemas abiertos.
Primero, hay que partir por la base: qué es el internet de las cosas. Se trata de la idea de conectar una serie de dispositivos y sensores a internet, para compartir información y asistir al usuario en sus tareas diarias. Uno de los ejemplos más populares en la actualidad está relacionado a la actividad física, con medidores de todo tipo que mandan información a un sistema central (muchas veces una aplicación móvil) para su posterior análisis.
Pero las potencialidades del sistema son mucho mayores. Según indicó Jeremy Rifkin, de la Foundation of Economy Trends, se trata de una revolución que afectará todos los aspectos de nuestra vida. Áreas como el transporte y las comunicaciones serán cambiadas para siempre y empresas de todo el mundo podrán mejorar su rendimiento y volverse más “sustentables”, produciendo su propia energía para funcionar. Además, el nuevo sistema posicionará al consumidor como un “prosumer”: un sujeto que consume pero también produce información y contenido.
Para Yoo, el desafío es crear un ecosistema, una plataforma abierta, donde dispositivos, sensores y usuarios puedan acceder a las potencialidades entregadas por los distintos equipos. “Hago una promesa en nombre de Samsung: nuestros componentes IOT y dispositivos serán abiertos. Si no, las cosas no van a funcionar”, indicó el CEO.
La presentación no sólo trató ideas sobre el futuro, sino que también mostró los avances que ha hecho la surcoreana en este ámbito, como el desarrollo de un sensor capaz de identificar 20 idiomas distintos. Además, se sigue el trabajo en la plataforma SmartThings adquirida en agosto, y el trabajo con partners como Jawbone y BMW.
Según Yoo, de aquí a 2017, el 90% de los equipos de la compañía estará capacitado para funcionar en el mundo del internet de las cosas. Si se considera que actualmente el ritmo de venta de la compañía implica vender 20 equipos por segundo, el potencial de crecimiento del mundo IOT es gigante. Sólo falta trabajar en una plataforma abierta y común.