El obispo Juan Barros.
AtonChileSANTIAGO.- El nuevo obispo de Osorno, monseñor Juan Barros, dijo haber sentido "pena por el momento complejo" que se vivió el sábado pasado durante la caótica ceremonia en la que tomó posesión del obispado.
“Fue un momento de alegría por el pueblo de Dios que estaba presente con fe, y pena por el momento complejo con personas que manifestaban su disconformidad. Hay que distinguir entre manifestarse de manera adecuada y entre interrumpir una misa, es una pena muy grande", dijo Barros según publica Soyosorno.cl.
"Quizás no lo sé, había personas no creyentes que no captan la grandeza de ese acto... Una persona que tiene fe reacciona frente a la palabra de Dios y lo sagrado", añadió.
El obispo reiteró algunos conceptos respecto a la acusación que pesa sobre él por encubrimiento respecto a las acciones de Fernando Karadima, y desligó toda responsabilidad.
"Obviamente me ha afectado el tema Karadima... Otra cosa distinta es que yo haya sido testigo de esos gravísimos hechos que la Iglesia y yo hemos condenado. No tengo ninguna relación de amistad con el sacerdote Karadima y que eso quede muy claro, esa es la verdad", afirmó.
El sacerdote precisó que lo principal es sacar enseñanza de lo ocurrido y considerar que "estamos en época de cuaresma y acercándonos a Semana Santa. La vida cristiana tiene esa meta, pasar por la cruz, pero no es un final definitivo, sino que un Jesús resucitado que no mira atrás, que dice 'hermanos la paz del Señor'. Eso debemos pensar", aseguró.
Barros se refirió a estos temas luego de reunirse con el personal que cumple labores en la diócesis osornina, donde conversó sobre los lineamientos de trabajo, entre otros temas.