CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano aseguró este martes que no había razones objetivas para impedir la elección como obispo de Osorno de Juan Barros, uno de los cuatro integrantes del episcopado que fueron formados por Fernando Karadima, hallado culpable de cometer abusos sexuales.
El subdirector de la oficina de prensa de la Santa Sede, Ciro Benedettini, explicó en una breve nota que la Congregación de los Obispos "estudió cuidadosamente la candidatura del prelado" y "no encontró razones objetivas que obstaculizasen su nombramiento".
Estas afirmaciones van en línea con lo señalado por el arzobispo de Concepción, Fernando Chomali, el domingo último, luego de que asegurara que el Papa Francisco creía que "no había motivo objetivo alguno" para que el sacerdote "no asumiera" en Osorno.
En entrevista con el diario "El Sur" y consignada por "El Mercurio", la autoridad eclesiástica penquista comentó que el 6 de marzo pasado, en audiencia privada, leyó al Pontífice un documento de cinco carillas "con una detallada información de las consecuencias que tuvo el nombramiento que él hizo".
Al respecto, Chomali sostuvo que el Santo Padre estaba "muy al tanto de la situación" del nuevo obispo de Osorno y que incluso hace algunos días había conversado con él. El Papa Francisco "con firmeza y mucha convicción, me dijo que había analizado todos los antecedentes y que no había motivo objetivo alguno para que no asumiera la diócesis", agregó el arzobispo de Concepción.
Polémica
Desde su designación, ha habido protestas de varias instituciones. El pasado 21 de marzo, por ejemplo, Barros asumió su cargo en una ceremonia que estuvo caracterizada por las protestas de cientos de personas que se agolparon frente a la catedral San Mateo de Osorno y de otros muchos que lograron entrar en el templo, en donde le gritaron "pedófilo".
Al término de la misa, el sacerdote se vio obligado a salir por una puerta lateral de la iglesia, custodiado por guardias privados y otros que le acompañaron para evitar a sus detractores, que le esperaban afuera portando cientos de globos negros.
El nombramiento de Juan Barros por parte del Papa Francisco generó desde un principio una oleada de rechazo y la prueba de ello fue la ausencia en la ceremonia de la jerarquía católica, políticos, y de casi todas las autoridades locales de esa región sureña.
El único que asistió fue el nuncio apostólico en Chile, Ivo Scapolo, quien, según fuentes eclesiásticas, desempeñó un papel fundamental en la decisión del Pontífice.
Scapolo recibió el pasado 19 de febrero una carta que sacerdotes y diáconos de Osorno le enviaron al Papa, en la que solicitaban la renuncia de Barros como obispo de la diócesis de esa ciudad argumentando también que encubrió abusos sexuales.