Juan Emilio Cheyre, director del Centro de Estudios Internacionales de la UC
Macarena Pérez.SANTIAGO.- Dos días antes de que se dé comienzo en La Haya a los alegatos para abordar la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en torno a la demanda boliviana, los analistas ya adelantan algunas de las alternativas que seguirá el proceso y las consecuencias que tendrá su desarrollo para ambos países.
El ex Comandante en Jefe del Ejército Juan Emilio Cheyre, actual director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica e integrante del equipo que asesora a la Cancillería en esta materia, insistió en que la posición chilena es "sólida" y basada en argumentos jurídicos, aunque previó que la delegación de La Paz probablemente recurrirá a argumentos "efectistas" durante las audiencias.
"Lo importante de no caer en el juego de salirse del único tema central de esta fase, que es la jurisdicción de la Corte para entrar a conocer la demanda boliviana", afirmó, en una entrevista concedida a Emol.
- ¿Cuál es el escenario que enfrenta Chile en esta primera fase?
- La presentación de Chile se basa, por una parte, en la vigencia del tratado de 1904 que fija límites definitivos con Bolivia y, por otra, en el Pacto de Bogotá de solución pacífica de controversias, donde expresamente se establece que la Corte, como órgano para arbitrar controversias, no tiene competencia para asuntos que se originen en acuerdos anteriores a la fecha de suscripción de ese Tratado, en 1948.
"El escenario más probable es que Chile base su argumentación estrictamente en esos antecedentes plenamente vigentes y de gran peso. En cambio, en ese mismo escenario, Bolivia tratará de evadir el asunto central y único de esta fase, es decir, la competencia o incompetencia de la Corte, para buscar argumentaciones efectistas que traten de entregar otro tipo de antecedentes vinculados con sus problemas de mediterraneidad y las supuestas barreras que Chile ha puesto en la búsqueda de soluciones".
- ¿Qué perspectivas tiene Chile de hacer valer su posición en cuanto a que la CIJ no tiene competencia en este caso, ya que existe un tratado vigente?
- Importantes perspectivas. Por una parte, el tratado de 1904 es plenamente válido, firmado con absoluto acuerdo de Bolivia, cumplido plenamente y, en lo principal, muy específico en cuanto a los límites y la forma como Bolivia tiene beneficios para acceder al mar de los cuales usufructúa cabalmente. Es tan evidente la fortaleza de Chile que Bolivia ha tratado y tratará de no relacionar su petición a la vigencia del tratado de 1904, que argumentan no es causal de este diferendo. Ello a todas luces es imposible de sostener jurídicamente, ya que la base de nuestra relación se fundamenta en ese tratado plenamente vigente.
- ¿Qué opina del despliegue comunicacional que ha hecho Bolivia respecto a su demanda?
- Ha sido una estrategia alineada con un objetivo en el que apeló a la sensibilidad y a crear una sensación de un país que debe su atraso a una supuesta intransigencia de Chile para otorgarle facilidades de comunicación marítima. No obstante, en todo momento ha carecido absolutamente de fundamentos jurídicos ya que les es difícil encontrarlos. Ha usado elementos visualmente atractivos pero ha tenido una gran carga ideológica y un tono agresivo contra Chile y sus autoridades.
"Pienso que los resultados de esta campaña no han sido los que ellos esperaban. La Corte no se debería impresionar por los elementos de 'sensibilidad' que dicha estrategia comunicacional ha empleado y, por otra parte, el tribunal debería tomar nota que los Estados y sus gobiernos visualizan este tema como un asunto entre Chile y Bolivia, en el que la Corte no tendría competencia".
- ¿Se podría interpretar como una derrota para Chile que el tribunal finalmente admita su competencia al acoger el planteamiento boliviano?
- Lógicamente, lo que esperamos es que el tribunal se declare incompetente, con lo que el tema termina ahí. Sin embargo, es vital volver a establecer que lo que se verá es la competencia y no el fondo, donde Bolivia aspira que se nos exija negociar para entregarle un acceso soberano al mar. Aunque la Corte se declare competente, nada dirá acerca de ese tema, que debería conocerse en etapas posteriores.
- ¿Qué opina sobre la declaración del diputado Jorge Sabag, que dijo que a Chile le ha ido "mejor con las armas que con la diplomacia "?
- No conozco las expresiones del honorable diputado y, como tal, me es imposible interpretarlas.
Compras militares de Bolivia "no deben inquietar"
- ¿Cuáles son las consecuencias sobre el derecho internacional que surgirían si la CIJ decide acoger su competencia en este caso, en el que existe un tratado internacional vigente?
- Sería muy preocupante que una Corte como el Tribunal de La Haya desconozca, por una parte, un tratado y, por otra, no considere que el Pacto de Bogotá, que expresa claramente los límites de los asuntos que puede conocer para resolver diferendos, sea interpretado de otra forma que la que expresa claramente.
"El efecto de asumir una competencia pasando por alto dos fundamentos tan claros a no dudar tendería un manto de desconfianza sobre la base jurídica de los fallos de la Corte y generaría un efecto adverso en el que muchos países que pueden tener divergencias con otros confíen en un tribunal que debería basar su credibilidad en los basamentos del Derecho Internacional, manteniéndose alejado de cualquier otro tipo de consideración".
- Bolivia anunció recientemente la renovación de su material bélico, especialmente en cuanto a cazas de combate. ¿Deberían inquietar a Chile dichas adquisiciones?
- Para nada. Un país como Bolivia está en su pleno derecho y obligación de mantener Fuerzas Armadas acordes a sus necesidades. Adicionalmente, Chile cuenta con FF .AA. muy equilibradas y suficientes para mantener nuestra soberanía. Adicionalmente, esas Fuerzas Armadas tienen un alto grado de entrenamiento, preparación, vocación, equipamiento, instrucción, moral, alistamiento y niveles de operatividad que las sitúan, tal como lo reconocen expertos, en los más altos niveles. Se suma a ello que nuestras FF.AA. actúan en plena concordancia con las directrices del nivel político estratégico de la Defensa Nacional a nivel del gobierno y con un vínculo permanente con el Parlamento.
- ¿Usted es partidario de dar mar a Bolivia?
- Soy partidario de la más plena integración y buenas relaciones con Bolivia, potenciando nuestros vínculos y siendo muy sensibles a sus necesidades. Lo anterior, por cierto, no incluye la necesidad de otorgar un acceso soberano al mar lo que atenta contra nuestra soberanía en todo espacio terrestre y marítimo.