SANTIAGO.- Claveles rojos, que fueron el símbolo de la lucha de los tres profesionales degollados en 1985, y tres sillas que permanecerán para siempre en el lugar donde fueron asesinados, recibieron esta mañana a la Presidente Michelle Bachelet y a importantes personalidades en un homenaje por los 21 años del crimen de Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero.
La ceremonia, que fue guiada por
Javiera Parada, hija de una de las víctimas, estuvo cargada de simbolismos. También una alución recordando el día del secuestro por parte de Manuel Guerrero hijo hizo aflorar las lágrimas de muchos de los presentes.
"Aquí no se cierra una etapa, sino que se abre una nueva. Chile está dispuesto a no olvidar, a rendirle tributo a los luchadores por la democracia", afirmó.
Sus palabras provocaron que la
Presidenta Bachelet, saliéndose de todo protocolo, recordara a sus tres amigos que fueron asesinados y luego abandonados en el kilómetro 18,5 de Américo Vespucio, lugar donde hoy se realizó la ceremonia.
"Aunque inicialmente no estaba en el programa que yo hablara, a veces la formalidad del protocolo esconde los sentimientos", fue el inicio de un emotivo discurso pronunciado por la Jefe de Estado.
En él,
Bachelet reconoció que la muerte de Nattino, Guerrero y Parada fue "uno de los momentos más tristes de mi vida. Aún recuerdo el profundo dolor que me provocaron esos crímenes".
Pese al dolor que dijo haber padecido, Michelle Bachelet destacó la importancia de recordar este momento ya que esto -aseguró- ha permitido "que Chile avance. El Chile de los odios ha dado paso a un Chile de la paz, pero no de cualquier paz sino una que está fundada en la memoria, en el recuerdo".
En ese sentido, la Jefe de Estado aseguró que éste es el momento para formar una "patria inclusiva, donde el respeto irrestricto de los derechos humanos sea fundamental".
También aprovechó de agradecer a quienes hicieron posible "que el olvido no fuera una realidad y que hicieron posible que los chilenos no aceptemos justificaciones. Los derechos humanos se respetan y ya".
Finalmente, sobre su "salida de protocolo, Bachelet se justificó asegurando que "los gobiernos ciudadanos y democráticos tenemos la obligación de presentarle al país cómo somos con nuestras tristezas, alegrías y esperanzas", y dijo muy enérgica que "el dolor y la tristeza no se han sido infecundos ya que han dado paso a un nuevo Chile".
Tras su discurso de ocho minutos, la Presidenta caminó con los familiares y amigos de los degollados por un pasillo de hormigón hasta el lugar exacto donde fueron depositados los cuerpos torturados y degollados de los profesionales. En sus manos llevaba un clavel rojo, igual que todos los ministros que asistieron al acto y no pudo contener su emoción.
Nattino, Guerrero y Parada |
Santiago Esteban Nattino Allende (artista plástico), José Manuel Parada (sociólogo, ex funcionario de la Vicaría de la Solidaridad) y Manuel Leonidas Guerrero Ceballos (profesor y dirigente de la Asociación Gremial de Educadores de Chile) fueron secuestrados el 29 de marzo de 1985 por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (Dicomcar).
Nattino fue abordado en las calles Apoquindo con Badajoz, mientras que Guerrero y Parada fueron secuestrados desde las puertas del colegio Latinoamericano en calle Los Leones.
Al día siguiente del secuestro y luego de la noche de vigilia de sus familiares y amigos, frente al fundo El Retiro, camino a Quilicura, y cerca del aeropuerto Pudahuel son encontrados degollados y con signos de tortura los cuerpos de los profesionales.
Desde ese día, Nattino, Guerrero y Parada se convirtieron en símbolo de la lucha de organismos de Derechos Humanos y hoy, a 21 años de su muerte y con la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet (amiga cercana de los profesionales) fueron recordados, en el lugar donde fueron hallados sus cuerpos. |
Primera inauguración de Obras Públicas
El memorial que recuerda a los profesionales degollados consiste en tres grandes sillas escolares de diez metros de altura construidas en fierro, sobre una plataforma de hormigón con diversos textos grabados en placas metálicas en el suelo.
A pocos metros del monumento se encuentra una especie de santuario en el lugar donde fueron dejados los cuerpos hace 21 años.
La construcción del memorial, que se titula "Lugar para la Memoria: Nattino, Parada y Guerrero", se desarrolló entre septiembre y diciembre de 2005 y tuvo un costo de 75 millones de pesos, que fue asumido por el Ministerio de Obras Públicas.
Fue por este motivo que a la ceremonia de inauguración asistió el ministro de esa cartera, Eduardo Bitrán, quien declaró que esto es "una señal potente de que el país no sólo se construye con grandes infraestructuras, sino también con el respeto irrestricto a la vida, a la solidaridad. Así se construye el país".
Entre las personalidades que acudieron al homenaje se encontraban el ministro del Interior, Andrés Zaldívar; el vocero de Gobierno, Ricardo Lagos Weber; la ministra Secretaria General de la Presidencia, Paulina Veloso; la titular de Vivienda, Patricia Poblete; el senador por Santiago Poniente Guido Girardi (PPD), la viuda de José Manuel Parada, Estela Ortiz (quien también es amiga personal de Michelle Bachelet y encargada de la Junji); el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, y el titular del Colegio de Profesores, Jorge Pavez. Además, el lugar fue repletado por familiares y amigos de los fallecidos.
Una de las presencias que llamó la atención fue la de la diputada de Renovación Nacional Karla Rubilar, quien manifestó que "no nos debemos excluir (la oposición), sino ser partícipes. Queremos ser partícipes activos para que nunca más vuelvan a ocurrir hechos como los que hoy día lamentamos".
La asistencia de la parlamentaria fue muy valorada por los hijos de los tres profesionales degollados.