ROMA.- La actriz Nicole Kidman ha inaugurado hoy el primer día en la historia del festival de cine de Roma, la Festa, con su último trabajo, "Fur", de Steven Shainberg, una película que indaga sobre el monstruo que habita en el interior de los genios.
Con el pase para la prensa, ha comenzado a andar el nuevo festival, que nace con la fuerza de los diez millones de euros invertidos para la ocasión y que se dejan notar en el gran cuidado dedicado a la puesta en escena.
La Festa tuvo anoche su inauguración, aunque no cinematográfica, con la entrega al actor Sean Connery del Marco Aurelio -el galardón oficial del festival- a la carrera.
El estreno de hoy se ha visto, sin embargo, entristecido por el fallecimiento del director de cine italiano Gillo Pontecorvo, considerado el maestro del "cine histórico y social" y autor de obras como "La batalla de Argel" y "Operación Ogro".
Para abrir un festival dedicado al que se califica como el séptimo arte, nada mejor que una película dedicada a bucear en el proceso creativo de una de mayores fotógrafas estadounidenses, Diane Arbus.
"Lo que me parece más interesante es que explotó a los 35 años", ha afirmado Shainberg en la rueda de prensa posterior a la proyección del filme, en la que ha dejado claro que no se trata de una biografía, sino de pura ficción, como expresa el título del filme: "Fur: An Imaginary Portrait of Diane Arbus".
En efecto, Arbus, papel que encarna Nicole Kidman, se descubrió como artista cuando ya estaba casada y tenía dos hijas.
El descubrimiento de su genio creativo, a quien en la película da vida, Ty Burrell, le llevó a abandonar a su marido, interpretado por Robert Downey.
"Hasta entonces estuvo encerrado como en una caja de acero", explica Shainberg, que destacó "la profunda necesidad" que puede sentir una persona "de sacar afuera" ese impulso que le lleva a la creación artística.
La cinta muestra la confusión que los genios y los artistas pueden sufrir, al descubrir lo que emana de su interior, algo que Shainberg ha representado en forma de personas deformes, minusválidas o enfermas.
Esa confusión se refleja en la película cuando Kidman pregunta a Burrell, un hombre que padece una enfermedad por la que tiene todo el cuerpo cubierto de pelo: "¿Tu qué buscas en la vida?" y él responde: "un monstruo".
También revela como el artista puede encontrarse a gusto con esos monstruos que, en el mejor de los casos, apenas son tolerados por la familia y, en el peor, son completamente rechazados.
Una incomprensión que redunda en la desorientación, como en el caso de Arbus, y que es uno de los motivos que atrajo a Kidman a interpretar el papel, según ella misma ha explicado hoy.
"La relación entre el artista y la familia es complicada", dijo Kidman, que comparó esa relación con la fidelidad.
No obstante, la actriz dijo que mientras creía en la fidelidad sexual, pensaba que en la artística hay que dejarse llevar.
Dentro de esa creación artística se enmarcaría su rechazo a dirigir películas, al confesar que no tiene la sensibilidad necesaria para ello, pero sí estaría su proceso creativo en la interpretación.
"Cuando se representa a personas que han existido, se puede sentir las mismas cosas que ellas o pensar lo mismo; entonces se produce una conexión espiritual", declaró.
La Festa continuará hasta el día 29 con la vocación de llegar a ser parte del corazón de Roma, para lo cual se ha previsto que sea un festival muy popular, donde hasta el jurado está formado por cincuenta personas del público, en lugar de por expertos y críticos.