Bachelet estima que muerte de Pinochet simboliza la partida "de un clima de odio y violencia"

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SANTIAGO.- La Presidenta Michelle Bachelet señaló hoy que para La Moneda la muerte de Augusto Pinochet Ugarte, "simboliza la partida de un referente de un clima en el país de divisiones, de odio y de violencia".

La Mandataria indicó que no cree en el inicio de una nueva etapa, porque "la nueva etapa que se vive en el país se inició el año 90 cuando reconquistamos la democracia".

Además hizo un llamado a la unidad, señalando que es una convencida de que lo que los chilenos quieren hoy es seguir construyendo "un presente y un futuro donde todos tengan una mejor forma de vivir, en esta, nuestra patria".

"Los dichos del nieto son gravísimos"

La gobernante también condenó las polémicas declaraciones del capitán de Ejército, Augusto Pinochet Molina, nieto del general (r), quien reivindicó el golpe militar de 1973.

Al respecto, Bachelet señaló que el militar, de 33 años, irrumpió sin la autorización de sus superiores en la ceremonia fúnebre de su abuelo, lo que representa una falta gravísima.

"Esto constituye una falta gravísima y estamos seguros de que el Ejército sabrá hacer lo que corresponde. Chile tiene la Constitución, las leyes, y la institución tiene sus reglamentos para tomar la decisión que corresponde de acuerdo a la falta cometida por el oficial", dijo la Mandataria en el salón O'Higgins de La Moneda.

Al ser consultada sobre si el Gobierno pedirá la baja del capitán Pinochet, la Jefa de Estado afirmó que no será el Ejecutivo el que le diga a la institución castrense "lo que tiene que hacer" porque eso está claramente definido en las leyes.

Añadió que ella como hija del fallecido general Alberto Bachelet ha tenido el gesto de "entender que es Presidenta de todos los chilenos y que por tanto todas las decisiones que tomó, en términos, por un lado, de no hacer honores de jefe de Estado (...) la hija del general Bachelet es sobre todo Presidenta de los chilenos y por lo tanto yo aquí, he tomado decisiones, he actuado, y he garantizado lo que me parece que la Presidenta del República tiene que hacer".

Frente a la decisión de los hijos de Pinochet de poner la banda presidencial sobre el féretro del ex jefe castrense, la Mandataria declinó referirse a eso, argumentando que estos son temas de familia.

Respaldo a Velasco

Sobre los polémicos términos en los que el ministro del Interior, Belisario Velasco, se refirió a la forma en que será recordado Pinochet ("un clásico dictador de derecha que violó gravemente los derechos humanos y que se enriqueció") la Presidenta respaldó estos dichos afirmando que "el ministro del Interior habló con su corazón, pero actuó con la razón y tomó todas las medidas debido a las instrucciones que yo di, para que el país pudiera continuar funcionando con normalidad".

Con esta misa razón, la Presidenta justificó su silencio durante las primeras horas del fallecimiento de Augusto Pinochet, explicando que ese era el momento para actuar y no para hablar.

Sin embargo, informó que la próxima semana hablará detalladamente de las razones por las cuales el Gobierno decidió no organizar funerales de Estado al ex comandante en jefe del Ejército.