SANTIAGO.- En un año que la Alianza por Chile define como “clave”, el 3,8 que le colocó la ciudadanía según la última encuesta El Mercurio-Opina S.A. no es una buena noticia. Aunque los dos partidos del bloque opositor la reciben con distintos matices: mientras el timonel de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, se encarga de aclarar que es el Gobierno el que “está en el escenario”, el vicepresidente de Renovación Nacional (RN), Cristián Monckeberg, toma el resultado del sondeo con “preocupación”.
"No nos pueden medir con la misma vara. Al Gobierno se le tiene que medir con una vara distinta, porque tiene todo para lucirse, todo para hacer. Nosotros no tenemos ninguna oportunidad para demostrar cómo lo haríamos (...) nosotros no tenemos la capacidad comunicacional, ni la presencia en la televisión, ni las posibilidades de influir en las decisiones que se toman, ni corregir, ni hacer propuestas que se apliquen para hacer las cosas mejor", aseguró el senador a Emol, explicando por qué su conglomerado no logra capitalizar la baja de casi 18 puntos que experimentó el apoyo al Ejecutivo.
Larraín advirtió que en su tienda no están trabajando para "la próxima encuesta de popularidad", sino que lo están haciendo con miras a ganar las elecciones presidenciales el 2009.
"No es un trabajo de corto plazo, es un trabajo en que la gente tiene que ir advirtiendo lo incapaz, lo inepto, lo ineficaz del Gobierno y que es tiempo de una alternativa, y nosotros tenemos que construir una alternativa que revele unidad, confianza, capacidad de Gobierno, amplitud, diversidad para acoger a la gente de la Concertación", explicó.
"Yo sé que la gente todavía no nos aprecia ni valora todo lo que estamos haciendo. Y por lo tanto, no solamente tenemos que hacerlo mejor, sino que transmitirlo mejor, de manera que la gente nos perciba de una manera distinta”, añadió el timonel.
En Renovación Nacional (RN), su vicepresidente Cristián Monckeberg reconoció que el resultado de la encuesta no los deja tranquilos.
"Claramente cuando uno pretende ser Gobierno el no captar la adhesión de la ciudadanía como le gustaría a uno captarla claro que preocupa, y yo creo que este es un año clave para la Alianza en ese sentido. Primero, porque sabemos lo que tenemos que hacer (...) más que preocuparse de las candidaturas presidenciales y de los liderazgos presidenciales, es hacerle entender a la gente que nosotros somos capaces de gobernar levantando un gran referente político", sostuvo Monckeberg.
El diputado acusó al Gobierno de estar "muy preocupado de las encuestas" y aplicar mucho "marketing" pero "poca consistencia". Eso, dijo, le está pasando la cuenta a través de la disminución en el apoyo ciudadano.
"Yo creo que la gente se pegó un guatazo del Gobierno ciudadano al gobierno más bien comunicacional, medio marketero, preocupado de no reducir sus puntajes en las encuestas y eso hoy día lo está percibiendo la gente y lo está golpeando", comentó.
A juicio de Monckeberg este año es clave para que la Alianza por Chile se consolide como coalición y se posicione como un "nuevo referente político". Con ese objetivo, explicó, comenzarán este mes las convenciones regionales, que terminarán con un encuentro nacional, a fin de año.
"Este no es el año de las candidaturas presidenciales ni de los liderazgos presidenciales. Si nosotros nos enfrascamos en levantar candidaturas presidenciales pero sin que haya una consistencia detrás, sin que haya una coalición política que le dé sustento a esta candidatura presidencial, efectivamente nosotros poco o nada vamos a convencer a la gente más allá de lo que ya la hemos convencido y de los porcentajes que ya hemos llegado, de que vamos a llegar a ser Gobierno", precisó el vicepresidente de RN.
A pocos días de que Michelle Bachelet cumpla un año de Gobierno, los líderes opositores realizaron una negativa evaluación de su gestión:
Hernán Larraín: “El diagnóstico es negativo, porque advertimos una muy mala gestión de Gobierno. Es un año perdido para Chile, ha habido las mejores oportunidades económicas, con todo el respaldo político, con una enorme popularidad de la Presidenta, y eso sin embargo se ha traducido en la nada misma. Hay un mal Gobierno y una mala gestión, una contradicción interna en la Concertación mayúscula, caudillismos, disputas y un impacto muy fuerte de corrupción que los tiene debilitados incluso moralmente”.
Cristián Monckeberg: “Yo creo que es un Gobierno que queda en deuda frente a las altas expectativas que generó, y hoy día lo que queda es encomendarse a todos los santos para que al país le vaya bien, porque están dadas las condiciones pero no están dados los dirigentes que hoy día están dirigiendo al país”.