En la entrevista de esta mañana, Iturriaga ya no lucía como el día de su captura (foto), ahora estaba sin bigote y con incipientes canas.
Cristián Soto, El MercurioSANTIAGO.- Está "plenamente" seguro de haber cumplido el objetivo que se planteó hace ocho meses, cuando tomó la decisión de rebelarse ante los tribunales para dar cuenta a la opinión pública de que, a su juicio, la justicia no estaba operando de igual forma para todos. No para los ex uniformados, no para él, quien debía ingresar a cumplir una condena de 5 años y 1 día de presidio por el secuestro calificado del militante del MIR, Luis San Martín Vergara.
En su primera entrevista desde que fue capturado el jueves 2 de agosto pasado, —luego de 52 días de fuga—, el general (r) Raúl Eduardo Iturriaga Neumann contó a El Mercurio qué lo motivó a mantenerse en la clandestinidad, y qué mirada tiene hoy, cuando está preso, de su acción; y reiteró su inocencia de los cargos que se le imputan en los 6 procesos que actualmente enfrenta.
Lucía animado cuando apareció en el fondo de un frío pasillo de la cárcel de Punta Peuco, donde permanece desde el lunes pasado, cuando fue trasladado desde el penal Cordillera. De trato cordial y elocuente, aseveró estar tranquilo y hasta cómodo con su nueva situación. "Los militares estamos preparados para todo", aseveró.
Lea a continuación, un adelanto de la entrevista que aparecerá in extenso en la edición de mañana sábado de El Mercurio.
- ¿Por qué se rebeló? ¿Qué motivó su fuga?
Yo llevo mucho tiempo, voy a decir que prácticamente 10 años, luchando por poner en el tapete de la noticia, todo lo relacionado a los procesos contra los militares, a lo que llamamos en forma muy genérica las injusticias de la justicia. Ha sido una manera de luchas que he tenido yo dentro de la ley. Entonces mi objetivo se puede sintetizar en darle término a una lucha de casi 10 años, y como no tuve éxito, tenía que hacer algo más grande. Si los jueces usan la palabra premeditación y alevosía, ese soy yo. Lo que hice, lo hice con premeditación y alevosía.
Y asegura que no se arrepiente y que su acto de rebeldía no fue un error. "De todos los colores hay gente que me apoyó, y eso me demuestra que no estaba equivocado", aseveró, y recalcó que ello lo "fortalece".
Pero también sabe de las críticas y fuertes acusaciones en su contra, como "asesino" y "torturador", entre los calificativos que él mismo recuerda. "Hablan sin tener conocimiento real de los hechos, hablan como loros, repiten como loros lo que escuchan por ahí, y en consecuencia no es una opinión objetiva. Yo me quedo con lo que es favorable, porque lo desfavorable viene de gente que destila odio, que destila una hiel amarga. Y yo soy más fuerte que eso", dijo.
"Hay gente que habla de asesino, de torturador, yo no temo decirlo, porque como no soy asesino ni torturador, me importa un bledo lo que digan", sentenció.
-¿Cuándo contactó a las personas que lo ayudaron?
"Yo hice este informe solo. Acudí a una persona, pero en el momento. Le puede preguntar a mi familia, a las personas que más quiero, mi pareja, que es mi esposa. Los sorprendí a todos. Me hiceron muchas despedidas, mi familia, los comandos, el cuerpo de generales retirados y muchas organizaciones. A todos les dije que había salido la condena y el lunes a las 10 de la mañana (debía entregarse), así es que me despido".
-¿Cree que su acción favorece a los militares que esperan condenas?
"Fue bueno. Las organizaciones de militares en retiro son las que están permanentemente luchando. Esa lucha de mis camaradas, muchas veces no es escuchada con la fuerza que debiera. Yo tuve éxito porque hice que pudieran escuchar la declaración que hizo el cuerpo de generales y almirantes (en retiro), de la coordinadora de los oficiales en retiro de las fuerzas armadas, de los comandos y muchos personeros que no conozco pidieron que se haga justicia, porque el secuestro calificado es una ficción. Ese era el objetivo y eso se logró.
Ahora, el poder comunicacional del Gobierno de la Concertación es más grande que el que tenemos nosotros, los militares procesados, condenados y las organizaciones de militares en retiro. Pero era lo previsible. Soy un general de la República. No soy leso. Me va a venir, pero (hace un gesto de fuerza). Por eso, que hayan tratado de criminal, torturador, cobarde, sin honor, sabía que iba a ocurrir".
-¿No cree que le faltó apoyo, porque sólo fueron declaraciones y no hubo acciones concretas?
"No le pidas a otro lo que tú no has hecho. Yo no le voy a pedir a los otros que se pongan todos clandestinos. Házlo tú y así lo hice. Yo no pretendía decir que ahora todos hagan lo mismo".
Más detalles de su captura, sus reflexiones y su tiempo en la cárcel, entrega el general (r) Iturriaga Neumann en el diario El Mercurio de mañana.