El hijo menor de Pinochet cree que aún falta tiempo para que la obra de su padre sea vista con la perspectiva que corresponde.
Alfonso Díaz, La SegundaSANTIAGO.- "La verdad es que ha pasado muy rápido el tiempo, parece que hubiera sido hace poco que se fue", comenta Marco Antonio, el hijo menor de Augusto Pinochet Ugarte al cumplirse un año desde su muerte. Dice que la fecha le produce nostalgia y que extraña su presencia, "haber podido seguir almorzando, tomando té, compartiendo con él, me habría gustado tenerlo más tiempo conmigo".
No obstante, su recuerdo como hijo guarda una gran distancia con las visiones contrapuestas que de su figura tienen distintos sectores. En este sentido, sostiene a EMOL que le gustaría que el ex gobernante sea recordado por los chilenos de una forma más "objetiva", aunque a su juicio, "los hechos son muy recientes y la historia tiene que ser vista con mucha más distancia".
"Que no se agrande lo malo, porque siempre se ha tratado de mostrar al mundo lo malo, me gustaría que pasara a la historia con lo bueno también, o sea, que fuera una opinión objetiva de lo que él hizo (...) que pase a la historia como el hombre que fue, un hombre sencillo, pero que hizo mucho por Chile, que dedicó sus últimos años de vida a trabajar por Chile y que quería mucho a su país", sostiene.
Sentó las bases "económicas" y "políticas"
Desde su perspectiva, el principal aporte del Gobierno Militar fue "tomar un país destruido y entregarlo en muy buenas condiciones". En esta línea, considera que sentó las bases "económicas" y "políticas" que configuran el país actual.
"Mi padre, junto con todos sus colaboradores, dejaron grandes cosas. Primero que nada, toda la base para que este país siguiera un curso económico de progreso y se pudiera cosechar lo que se está cosechando hoy día, que son todos los avances económicos. Yo creo que si el Gobierno de mi padre no hubiera sido ordenado, que dejara las cosas en tan buen estado, no tendríamos lo que tenemos hoy", señala.
Asimismo, afirma que fundó la actual base política del país, "porque también hay que considerar que todo el sistema político de hoy día nació en el Gobierno Militar", en alusión a la Constitución Política de 1980 que, "aunque ha sido modificada en algunos aspectos, las bases esenciales son las mismas".
Pinochet unía a la Concertación
Respecto de las divisiones que aún perduran entre sus adherentes y detractores, Marco Antonio opina que "las divisiones en los países siempre existen". "Más cuando una persona tuvo que tomar un país en un momento tan conflictivo, tan dividido, indudablemente produce rechazo en algunos y cariño en otros", señala.
Sin embargo, sostiene que aunque su padre "probablemente producía divisiones, a la vez producía unión". En este punto alude a los conflictos internos que enfrenta el oficialismo, pues afirma que "la Concertación se unía en contra de su figura y eso les permitía tener una unión que hoy día la tienen bastante resquebrajada".
Sobre cómo ha repercutido la muerte de Augusto Pinochet en la propia unión de su familia, indica que "siempre hemos estado unidos". "Lo que pasa es que se ha tratado de mostrar que somos una familia que tiene divisiones muy profundas, pero yo lo desmiento, es una familia como todas, que tiene sus diferencias, sus distintas opiniones, pero que sigue siendo una familia unida y sigue compartiendo", indica.
Finalmente, considera que el hecho de que no haya sido despedido con honores de ex Presidente responde a una "decisión política de sus archienemigos". "Pero recibió el cariño de tanta gente, que opaca todo lo que trataron de hacerle para que no tuviera un funeral como le correspondía, ver toda esa gente que le fue a dar su último adiós compensa todo lo negativo que trató de hacer el Gobierno", afirma.