SANTIAGO.- Tras casi un año de la puesta en marcha del Transantiago, Metro S.A. dio a conocer su balance de 2007, el que reveló los fuertes efectos que tuvo el plan de transporte en la gestión del tren subterráneo.
Para el presidente del directorio, Clemente Pérez, el 2007 fue un año complejo para la empresa, calificándolo como "el peor año en la historia del metro", ya que debió implementar diversas medidas para enfrentar el verdadero tsunami de pasajeros que sufrieron la mayorías de sus estaciones a partir del 10 de febrero pasado.
Una de las principales causas de las dificultades que debió soportar la empresa de transporte estatal fue el aumento de un millón cien mil pasajeros extras al día desde que se inauguró el Transantiago.
Por ello, la empresa concentró todos sus esfuerzos en mejorar su gestión, lo que significó aumentar la frecuencia de mantención de los trenes, aumentar la seguridad en las estaciones, sacar asientos desde los vagones para lograr más espacio en su interior, además de la compra de 180 coches, lo que significa un aumento cercano al 25% de la red subterránea.
En términos concretos, el metro casi duplicó su capacidad de transporte diaria, ya que debió hacerse cargo del 40% de las personas que día a día utilizan la locomoción colectiva.
Finalmente, Pérez destacó que en febrero anunciarán cuáles serán las medidas que llevarán a cabo para hacer frente al regreso de los veraneantes y al inicio del año escolar de la mejor manera, entre las que se destaca circulación de más trenes en los tramos más congestionados de la red.
Las mejoras para 2008
Además, para este año se está estudiando realizar transferencias de carros entre las distintas líneas de la red y dejar convoyes de reserva en algunas estaciones.
El objetivo de este medida es evitar las congestiones que se producen en las estaciones más importantes durante el horario peak de la mañana y la tarde.