SANTIAGO.- En prisión preventiva e internados en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) quedaron a partir de este mediodía Erwin Rodríguez Ferreiro y Alejandro Salas Munita, acusados de participar en el asalto que terminó con dos carabineros muertos la semana pasada en Quilicura.
Así lo decidió el juez Milenko Grbic, quien acogió la petición de los fiscales Ulises Berríos y Francisco Ledezma, los que formalizaron a ambos imputados por el delito de robo con violencia.
Tanto Salas Munita como Rodríguez Ferreiro habían quedado en libertad el día de ayer, luego que el fiscal militar Pedro Rossell decidiera no procesarlos por la muerte de los cabos Carlos Cuevas Golmo y Job Burgos Burgos, ya que su participación habría consistido sólo en avisar la llegada de la policía y en transportar a los autores materiales del atraco.
Según se dijo en la audiencia, fue Salas Munita, quien trabajaba como chofer de la empresa Trendy, quien entregó todos los datos necesarios a los asaltantes para que perpetraran el atraco.
Además, el fiscal Berríos sostuvo que los antisociales habrían comenzado a planificar el asalto a fines de diciembre de 2007, teniendo varias reuniones en las que participaron ambos imputados. Incluso, todos habrían acudido a la empresa para observar el funcionamiento de ésta, el perímetro de seguridad y las construcciones que había alrededor.
El representante del Ministerio Público también reveló que los sujetos realizaron dos búsquedas del contador de la compañía, Mario Bravo Galaz, hasta encontrarlo en las inmediaciones de su casa en Quilicura, amenazándolo con que conocían a su familia, dónde vivían y diciéndole que querían asaltar el frigorífico y que lo habían seguido durante un mes.
En tanto, el abogado defensor Cristián Mardones dijo que ambos imputados sólo son cómplices del ilícito, porque no participaron directamente del atraco y se quedaron afuera de la empresa, y que incluso se fueron caminando, siendo fiscalizados por una pareja de Carabineros, los que les habrían dicho que se fueran del lugar porque había un asalto y dos carabineros habían sido baleados. Esto, a su juicio, indica la verdadera implicancia de Rodríguez y Salas en el atraco.
Además, Mardones afirmó que los delincuentes estimaban que en el frigorífico había unos $ 50 millones y que sus defendidos recibirían sólo un cinco por ciento de las ganancias, porque su colaboración iba a ser menos importante en el asalto.
El juez Grbic ordenó cien días para la investigación del caso de Salas Munita y Rodríguez Ferreiro, declinando aceptar la petición de la Fiscalía de que este plazo se sumara al que ya existe por los otros dos imputados, Carlos Muñoz Pavez y José Muñoz Vílchez, quienes se encuentran recluidos en la CAS desde la semana pasada, y cuyos casos serán indagados en 180 días.