VALPARAÍSO.- Los pronósticos se cumplieron. El aire pesimista se respiraba en La Moneda desde que la Cámara aprobó la acusación constitucional en contra de la ministra de Educación, Yasna Provoste, y esta tarde se terminó por condensar luego de que el Senado aprobara -por 20 votos contra 18- el primer capítulo del libelo, que la destituye automáticamente de su cargo.
Tras unas siete horas de ardua argumentación en la Cámara Alta, los legisladores adoptaron la decisión, que convierte a Provoste en la primera ministra destituida en la era de la Concertación y la deja imposibilitada de ejercer cargos públicos y de elección popular durante los próximos cinco años.
Sólo bastaba que los senadores aprobaran uno de los cinco capítulos que incluía el libelo acusatorio para que la secretaria de Estado fuera destituida. Una posibilidad que prácticamente tenía asumida desde que se enteró de las infructuosas conversaciones del Gobierno con los senadores que podían, en el papel, equilibrar la balanza a su favor.
En el primer capítulo que puso fin a los casi dos años de Provoste al mando de Educación, se consigna que la ministra no corrigió las "graves" infracciones e irregularidades cometidas por la seremi de Educación Metropolitana en materia de recursos públicos.
Cuatro capítulos rechazados
En tanto, los cuatro capítulos restantes fueron rechazados por los legisladores. El segundo, rechazado por 19 votos a favor y 19 en contra, acusa a la ministra de no sancionar las graves infracciones a la Ley de Subvenciones, tras el informe de la Contraloría.
El capítulo tercero, rechazado por una amplia mayoría de 4 votos a favor y 34 en contra, acusa a Provoste de no destituir al seremi de Educación de la RM, Alejandro Traverso, "responsable de las infracciones e irregularidades graves".
El cuarto capítulo, rechazado por 14 votos a favor y 24 en contra, se refiere a que ella ignoró las auditorías que "daban cuenta de las gravísimas irregularidades cometidas en distintos programas y regiones del país".
Finalmente, el quinto capítulo, que fue rechazado con 3 votos a favor, 34 en contra y una abstención, indica que Provoste entregó informaciones falsas o intencionadamente incompletas a la opinión pública y a la Cámara de Diputados, infringiendo el principio de probidad legislativa.