Especialista anticipa los escenarios que enfrenta la columna de cenizas del Chaitén

SANTIAGO.- Pese a que prácticamente no se han registrado grandes cambios en la columna de cenizas tóxicas que emana del volcán Chaitén y que ya llega hasta el Atlántico, el vulcanólogo del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Luis Lara, advierte que es muy difícil que ésta se mantenga sin cambios hasta el viernes.

El especialista advierte que "si nos basamos en los que se ha visto en casos relativamente parecidos a éste en el resto del mundo, al tercer o cuarto día ya hay algún cambio".

Pero estas palabras no deben interpretarse como buenas noticias, ya que si bien una de las posibilidades es que disminuya la fuerza y que la columna de cenizas pierda tamaño y altura, las otras dos alternativas son bastante menos alentadoras.

De acuerdo con el vulcanólogo, otra de las opciones es que "si se acaba la fuerza que impulsa las cenizas hacia arriba, al caer éstas se agrupan como una corriente y bajan como una especie de alud de partículas por los valles, de forma muy rápida y muy caliente, por sobre los 400 grados".

Pero las malas noticias no terminan ahí. Lara explica que otro hecho que podría registrarse es "que si el volumen de magma que está tratando de salir a la superficie es muy grande, podría ser que éste genera tanta presión que provoque una explosión, que por ejemplo remueva parte superior del domo".

Monitoreo in situ

Como ésta se trata de una situación especial, tanto la Onemi como el Sernageomin han dispuesto la instalación en el volcán Chaitén de material especial para monitorear constantemente su actividad.

Es por ello que personal del Sernageomin terminó ayer en la madrugada de dejar funcionales tres estaciones de monitoreo, con un sismómetro cada una.

Éstos permiten que se puedan medir sismos de baja intensidad, lo que sirve de base para comparar datos con gran precisión, dejando de contar únicamente con la información aportada por las estaciones que se encuentran a varios cientos de kilómetros del lugar.

Todos estos antecedentes permite caracterizar mejor la actividad y analizar qué proceso se puede estar desarrollando en el volcán, con el fin de de interpretar los datos y concluir, si es posible, cómo se comportará.