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Madre que cedió hijos a esposo gay: "No quería tener a los niños obligados a mi lado"

Cuenta las razones que la hicieron ceder la tuición de los dos menores, sus reproches por la condición sexual de su marido y sus tres intentos de suicidio.

11 de Marzo de 2009 | 10:31 | Paz Saffie, El Mercurio Online

SANTIAGO.- A fines de diciembre del 2008, ante el Tribunal de Familia de Puente Alto, A.G.L. le cedió la tuición de sus dos hijos, de 10 y 17 años, a su esposo, C.P.W., contra quien interpuso una demanda de divorcio debido a la homosexualidad que éste le reveló, tras 16 años de matrimonio.


"Yo amo a mis hijos, pero ya no podía más. No quería tener a los niños obligados a mi lado", afirma la mujer que hace cinco meses tomó la decisión de dejar el cuidado de sus dos hijos en las manos de su esposo y de la pareja homosexual con la que convive.


A.G.L., de 36 años, acusa a su ex pareja de haber aprovechado una discusión familiar para obtener, en noviembre pasado, el cuidado personal provisorio de los menores por 90 días, el que, en diciembre, se volvió permanente, tras el acuerdo alcanzado entre ambos. 
Desde entonces, la mujer vive en la casa de su madre en La Cisterna, junto a su hermano y su abuela. Desde ahí, recuerda con nostalgia su época de feliz matrimonio, y afirma que desde hace cinco o seis años, su vida ha sido terrible.


"C.P.W. entró a trabajar a un ciber, y yo creo que ahí fue cuando descubrió que él era gay, porque antes nunca hizo nada que me hiciera sospechar", afirma A.G.L., al mismo tiempo que aclara que, desde ese momento, el matrimonio normal que mantenía desde los 19 años se convirtió en una relación enfermiza.


Aunque ella asegura que sus años de casada fueron "normales", admite que nunca quiso darse cuenta de que su marido era homosexual, incluso insiste en que su ex pareja “nunca” hizo algo sospechoso.


Cede la tuición y debe pagar pensión alimenticia


A.G.L. recuerda con nostalgia los años de matrimonio en que era feliz junto a C.P.W. La mujer afirma que el nacimiento de su primer hijo los llevó a tomar la decisión de casarse, y que estaban muy bien cuando planearon la llegada del segundo.


Sin embargo, la historia fue tomando otros matices, y en marzo del 2008 su marido tomó la decisión de irse de la casa. "Las cosas no daban para más, y se iba él o yo con los niños", explica A.G.L., mientras vuelve a recordar con angustia que siete meses después de ese episodio su marido aprovechó una discusión familiar para llevarse a los niños.


"En el Juzgado de Familia dijo que yo había echado a los niños a la calle con la ropa y todo. Hizo que declararan que yo los maltrataba física y psicológicamente. Hizo que dijeran que se querían ir a vivir con él y con la pareja que tiene", acusa tajante la mujer.


Fue en ese momento, el 25 de octubre de 2008, cuando C.P.W. presentó una medida de protección ante el Tribunal de Familia de Puente Alto, donde obtuvo el cuidado provisorio de los dos menores por 90 días, y dejó constancia de que tenía la intención de pedir la tuición definitiva.


Según la versión de la madre, "el juzgado no me comunicó nada. Al otro día llegó C.P.W. con un papel y me dice: Me llevo a los niños, porque me gané la tuición y después te van a decir a ti qué onda". Recuerda que minutos más tarde, su hijo mayor sacó su ropa y la de su hermano, y se fueron junto a su padre.


En la conciliación judicial del 30 de diciembre del año pasado, A.G.L. le cedió la tuición de sus dos hijos al padre, y en una nueva audiencia —desarrollada el 9 de febrero de este año, a cargo del juez Esteban Hinostroza—se determinó que la mujer debía cancelar  una pensión alimenticia que partirá en $50 mil pesos y subirá gradualmente hasta $75 mil.


A.G.L. afirma que después de que sus hijos se fueron estuvo con depresión e intentó suicidarse tres veces, "primero tomé pastillas, estuve a punto de ahorcarme y después volví a tomar pastillas".


Respecto a la injerencia que pueda tener en los menores el hecho de vivir con su padre y su pareja gay, A.G.L. señala tajante que "lo que sean mis hijos el día de mañana, no es responsabilidad mía, porque esa es opción de ellos".

El 31 de mayo de 2004, la Corte Suprema le quitó la tuición de sus tres hijas a la jueza de Garantía de Los Andes, Karen Atala, con reconocida condición de lesbiana, quien vivía con su pareja, la historiadora Ema de Ramón.

En la oportunidad, el fallo de la corte especificó que existía "una situación de riesgo para el desarrollo integral de las menores respecto de la cual deben ser protegidas". Así, la Tercera Sala del Máximo Tribunal le otorgó el cuidado personal de las menores a su padre, el Defensor Público, Jaime López.

Ante la negativa chilena a favor de Atala, en noviembre de 2004, la mujer decidió presentar una demanda en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), afirmando que el Estado de Chile la había discriminado en un fallo que había sido "arbitrario".

En agosto de 2008, el organismo interamericano estableció en su informe que sí existía la posibilidad de que el Estado chileno hubiese violado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, a través de una resolución judicial que vulnera las garantías que protegen la igualdad, la vida privada y familiar, el debido proceso y los derechos del niño.

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