SANTIAGO.- Más del 30% de las chilenas sexualmente activas estarían afectadas por disfunciones sexuales, según los resultados del primer estudio sobre calidad de la sexualidad de las mujeres latinoamericanas, de la Sociedad Chilena del Climaterio y Red Latinoamericana de Investigación en Climaterio.
Fue aplicado a 8 mil mujeres de la región, y sus resultados parecen indicar no sólo la preocupación general por el tema, sino ciertas particularidades propias de las latinas, que comenta el presidente de la Sociedad Chilena del Climaterio, y autor de la investigación, José Enrique Blümel.
Blümel indica que "el 36% de las mujeres chilenas tienen disfunción sexual, y aparentemente está dado (en América Latina) por el componente genético indígena que tiene una alta sequedad vaginal, lo que deteriora mucho la sexualidad".
El especialista añadió que "si a los 40 años el 20% de las mujeres tiene disfunción sexual, a los 60 años llega al 70%". El promedio en América Latina es variable, indicó Blümel, y va entre un 20% a un 90%, como en Quito, Ecuador.
Entre las disfunciones más comunes que aparecen en las mujeres chilenas están, la anorgasmia, falta de deseo sexual, dispareunia o dolor durante la relación sexual, entre otras, son algunas de las disfunciones sexuales que pueden afectar a las mujeres. Y según la directora de la Escuela de Obstetricia de la Universidad de Santiago (USACh), y experta en afectividad y sexualidad, Mónica Candia, las causas varían según las edades.
"En los jóvenes, el no tener una preparación, llegar al acto sexual de forma desprevenida, sin intimidad y sin afecto, es lo que lleva al hombre a la eyaculación precoz y a la mujer a la anorgasmia", explica Candia.
Posteriormente, la comunicación al interior de la pareja se vuelve una causa muy común de las disfunciones sexuales, y más avanzada la vida, en el climaterio, la mujer está poco preparada para los cambios de su cuerpo y suele no aceptarlos.
En la detección de las disfunciones sexuales femeninas los profesionales de la salud juegan un rol fundamental. Esto, debido a que la mujer suele examinarse normalmente, ya sea por control de maternidad u otro motivo.
Según la experta en afectividad y sexualidad de la Usach, Mónica Candia, es clara la tendencia de la mujer -mayor a la del hombre- a consultar al especialista para tratar este tipo de patologías. "La mujer tiene un contacto mucho más natural que el hombre con su respuesta sexual, y la matrona indagamos sobre la vida sexual de las mujeres, por eso se puede detectar patologías y orientar", señaló la académica.
Una de las conclusiones más decidoras del estudio de la Red Latinoamericana de Investigación en Climaterio es que las chilenas son las latinoamericanas que tienen peor calidad de vida en el climaterio. José Enrique Blümer, explica este hecho al señalar que "la calidad de vida es más mala en Chile porque hemos tenido cambios culturales que hacen a la mujer chilena más autónoma, pero a la vez más sola: es más independiente y libre, tiene control de su sexualidad, pero en calidad de vida ha perdido por la falta de redes de apoyo social".
Otra característica de las mujeres chilenas, destacó Blümer, es que ven como normal o propio de la edad estar mal a partir de los 40 ó 45 años, lo cual es totalmente erróneo, explicó. Depresión, estrés, sensación de soledad, las consecuencias del agitado y extenuante ritmo de la cuidad, la falta de apoyo especializado en la materia, que pongan énfasis en las redes de apoyo orientadas a mujeres.