Piñera aseguró que el indulto sólo contemplará a reos de avanzada edad o que sufran enfermedades terminales, entre otros factores ''humanitarios''.
El MercurioSANTIAGO.- Sorpresivamente y sólo pocos días después de que recibiera las propuestas de Indulto Bicentenario de la Iglesia Católica y las Iglesias Evangélicas, el Presidente Sebastián Piñera, dio a conocer lo que calificó como una decisión "muy difícil y compleja".
El Mandatario resolvió dejar de lado la idea de un indulto general, para concentrar su propuesta en los indultos particulares, en los que no estarán incluidos los ex militares condenados por delitos contra los derechos humanos.
"He llegado al convencimiento que no es conveniente ni prudente, en los actuales tiempos y circunstancias, promover una nueva ley de indulto general", dijo el Mandatario en el Salón O'Higgins de La Moneda.
Sin embargo, aseguró que acogería "el espítiru profundo de las propuestas de las iglesias (...) a través del ejercicio de la facultad presidencial de indulto particular", de la que hará uso "en forma muy prudente y muy restrictiva", y sólo por "consideraciones de carácter humanitario".
Además, no podrán acceder a esta opción todos los condenados por delitos graves, entre los que el Presidente incluyó a los de lesa humanidad, terrorismo, narcotráfico, violaciones, homicidios y abusos contra menores.
"Estos indultos considerarán factores como la avanzada edad, enfermedades terminales y otras razones humanitarias equivalentes, cuidando siempre que estos beneficios no signifiquen un peligro para la sociedad ni dañen el alma de nuestros compatriotas", aseguró.
Reforma al sistema penitenciario
Piñera —acompañado por los ministros Cristián Larroulet y Felipe Bulnes— comenzó su intervención valorando las propuestas de las iglesias, el debate que éstas generaron, y repasando los últimos casos en que se han promovido indultos.
El Mandatario dijo que la idea de un Indulto Bicentenario lo llevó a un "proceso de serena reflexión sobre esas propuestas y sobre las consecuencias que tendrían en nuestra sociedad".
Ello lo llevó a concluir que los temas involucrados en los proyectos de indulto "siguen generando tensiones y divisiones, y que muchas veces han abierto viejos rencores y heridas".
Ese factor, más "nuestro compromiso de combatir con firmeza y eficacia la delincuencia y el narcotráfico", de "resguardar la seguridad ciudadana", y las "tres concesiones generales" aprobadas "en menos de una década" (2001, 2003 y 2004), fueron los que llevaron al Presidente a optar por no promover una nueva ley al respecto.
Junto a los indultos particulares, Piñera anunció sus intenciones de realizar "una reingeniería y modernización de nuestro sistema penitenciario", mejorando los recintos, las condiciones de vida de los presos, el trabajo de los gendarmes, y abriéndose a nuevas posibilidades de cumplimiento de penas, como la reclusión nocturna (apoyada en tecnologías como el brazalete electrónico) y los trabajos comunitarios.