COPIAPÓ.- El mismo tipo de cinturones biométricos que usan los astronautas de la NASA en sus simulacros o los soldados de elite del Ejército estadounidense serán utilizados en el rescate de los 33 mineros atrapados para medir sus signos vitales mientras asciendan a la superficie.
Según explicó Ben Morris, ingeniero estadounidense de la compañía responsable de la elaboración de estos dispositivos, la técnica permite medir la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y respiratoria, presión sanguínea, consumo máximo de oxígeno, entre otros indicadores.
Asimismo, los equipos médicos serán informados simultáneamente por los trabajadores sobre los valores que registre el aparato.
Morris precisó que "estos modernos equipamientos, que cuestan unos dos mil dólares cada uno, se usan en situaciones muy específicas, como el entrenamiento de astronautas o bomberos, así como en casos de ataques químicos, biológicos o nucleares".
Los cinturones son usados en operaciones clasificadas de las fuerzas especiales del Ejército de EE.UU. para asegurarse de que los soldados están a salvo cuando entrenan", indicó el ingeniero.
Según Morris, durante el ascenso de los mineros, que duraría entre 15 y 20 minutos, pueden asustarse o sufrir cuadros de ansiedad, lo que podría provocarles hipertensión o, en el peor de los casos, infartos.
También puede suceder que la sangre se concentre en la parte inferior del organismo debido a la postura o a la velocidad, lo que puede ocasionarles desmayos por la falta de riego sanguíneo al cerebro.
Todos los síntomas de estas descompensaciones pueden detectarse fácilmente en la pantalla de un pequeño dispositivo y permitirá a los responsables del rescate comunicarse con los mineros, detener la subida de la jaula o apurar el ritmo para llegar arriba cuanto antes.
"Así podremos solucionar algún problema que surja en el ascenso mediante direcciones simples, como pautas de ejercicios respiratorios para bajar la frecuencia cardiaca en caso de que tengan ansiedad o detectar el riesgo de desmayo", explicó por su parte el doctor Jean Romagnoli.
El especialista en medicina deportiva se ha encargado durante las últimas semanas de diseñar una rutina con ejercicios y rutinas físicas para los mineros, con el objetivo de quemar grasa y prepararse para el rescate.
De hecho, los 33 obreros ya han utilizado los cinturones biométricos en algunas sesiones de entrenamiento para conocer su estado físico y de salud y establecer así el orden en que serán sacados de la mina San José.
Romagnoli se mostró muy satisfecho con la preparación física de los mineros y aseguró que ninguno de los 33 tiene problemas para entrar a la jaula, de 53 centímetros de diámetro.
"Es un grupo que ha mostrado una muy buena respuesta", agregó Romagnoli, que será uno de los responsables del área de estabilización del hospital de campaña que se instalará en la superficie de la mina para atender a los trabajadores.
Además, el médico recordó que el entrenamiento comenzó el 10 de septiembre con ejercicios cardiovasculares para quemar grasa y ponerlos en forma.
Luego fortalecieron los músculos de las piernas y ejercitaron su resistencia anaeróbica para disminuir el riesgo de agotamiento muscular, que puede llevar a sufrir calambres o espasmos.
Finalmente trabajaron con un tipo de entrenamiento que el especialista denominó "L1 modificado", parecido al que realizan los pilotos de combate para enviar el flujo sanguíneo de las piernas hacia el tronco.
Una vez sean rescatados, Romagnoli cree que los mineros necesitarán un periodo de "reinserción a la vida cotidiana" para recuperar también el estado físico.
Además, es probable que algunos requieran algún "trabajo extra" para recuperar la masa muscular, que según el especialista se puede haber reducido en torno a un 8%.