La Alianza Territorial mapuche, que agrupa a 100 comunidades, ha organizado protestas en contra del gobierno en el centro de Temuco.
Mario Quilodrán, El MercurioSANTIAGO.- La Alianza Territorial Mapuche aseguró hoy no estar sorprendida por las nuevas revelaciones de los cables diplomáticos filtrados ayer por Wikilieaks, en los que se señala que el Gobierno de Michelle Bachelet pidió apoyo de inteligencia al FBI para monitorear al pueblo originario.
Según los documentos, los objetivos que llevaron a la anterior administración a recurrir al organismo estadounidense, eran vigilar una posible radicalización de los comuneros, establecer sus contactos con grupos extremistas extranjeros como las FARC y ETA y conocer sus vías de financiamiento.
Mijael Carbone, uno de los líderes de la agrupación indígena que es integrada por cerca de 100 comunidades, dijo a Emol que las filtraciones sólo confirman sus antiguas sospechas de que el pueblo mapuche era espiado.
"Nosotros teníamos conocimiento del trabajo del FBI con los fiscales Mario Elgueta y Miguel Velásquez (ambos investigaron el conflicto mapuche en la Araucanía)", dijo el vocero. "Teníamos nuestras informaciones. Nosotros lo dimos a conocer en su momento, pero nadie dijo absolutamente nada. El gobierno lo ocultó. Nosotros sabemos que hay un satélite espiando al pueblo mapuche. Sabemos que es de los Estados Unidos y eso no nos lo va a sacar absolutamente nadie de la cabeza", agregó.
Según los documentos filtrados, el primer contacto con EE.UU. fue realizado en febrero de 2008 por el entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, en momentos en que el conflicto en La Araucanía parecía recrudecer y se sucedían los disturbios protagonizados por las comunidades más radicalizadas.
Un mes después, la autoridad estadounidense le señaló a Pérez Yoma que el FBI ya estaba coordinado con los Carabineros para ayudarles a localizar la llegada de posibles contactos de los mapuches desde el exterior.
Ante ello, el ministro instó al ex embajador Paul Simons a que en lo posible, se informara a su cartera sobre la naturaleza y alcance de los programas ofrecidos a Carabineros y la PDI para garantizar una "mejor coordinación".
Tras la cita de Pérez Yoma con Simons se sucedieron una serie de visitas de diplomáticos norteamericanos a la zona mapuche. Pero sus conclusiones -de acuerdo a los cables liberados- desestimaron los temores instalados en La Moneda.
Al respecto, Carbone sostuvo que "más que una decepción del Estado chileno" por su desconfianza hacia el pueblo mapuche, se "abre un pie para enfrentar el tipo de mentira que imparte el gobierno", ya que "nos da mucho coraje que se mantenga oculta durante tanto tiempo una guerra de baja intensidad hacia nosotros".
"No somos un peligro para la sociedad, buscamos una aleación con el pueblo chileno, no buscamos dañar a ninguna persona civil", señaló Carbone, agregando que "el gobierno (de Bachelet) quiso interpretar las movilizaciones del pueblo mapuche como terrorismo para proteger los intereses de las trasnacionales y los terratenientes".
Finalmente, el vocero advirtió que la agrupación plantea retomar con más intensidad las movilizaciones que ya habían intensificado en los últimos meses del Gobierno de Bachelet. "Estos 4 años van a ser los más complicados que nos tocará haber vivido en el último tiempo", enfatizó.