Pocas horas antes de que Ena Von Baer anunciara la dimisión del ex titular de Energía, Rainieri había descartado renunciar a su cargo.
Luciano Riquelme, El Mercurio.Jaime Ravinet, ex ministro de Defensa
Su nombramiento fue el que más ruido levantó al inicio del Gobierno. El ex ministro de los Presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet renunció a su militancia en la Democracia Cristiana para formar parte de la administración de Sebastián Piñera.
Pero si su nombramiento generó revuelo, su salida fue más bullada aún. Luego de que el Consejo para la Transparencia le solicitara al Ejército la información de compra del puente mecano instalado sobre el río Biobío tras el terremoto del 27 de febrero, el ahora ex secretario de Estado envió un doumento en el que declaró que las Fuerzas Armadas serían renuentes a colaborar en una nueva catástrofe si eran obligadas a transparentar información. Fue el primer empujón para su salida del ex DC del edificio de calle Villavicencio.
Y el empujón final se produjo pocos días después y también estuvo ligado al puente mecano de la Octava Regíon. En un diálogo entre Ravinet y los diputados Ricardo Rincón (DC) y Jorge Ulloa (UDI), junto al puente, el entonces ministro dijo: "El puente vale callampa", frase que fue captada por micrófonos y que luego se publicó en innumerables sitios web.
Tras su renuncia, Jaime Ravinet acusó deslealtades por parte del gabinete de Piñera.
Ricardo Rainieri, ex ministro de Energía
El 2011 partió negro para el Gobierno. A la baja de apoyo en las principales encuestas se sumó el inicio de las férreras protestas por el alza del gas en la Región de Magallanes.
Rainieri respaldó el aumento de 16,8% anunciado por el Gobierno, asegurando que el incremento era necesario para que esa región "reviva su industria de los hidrocarburos".
Durante las protestas, que incluyeron marchas, concetraciones de gente, atrincheramientos y bloqueos de caminos, el ex ministro de Energía fue demandado por la muerte de una joven, citado a una interpelación en la Cámara de Diputados y puso el cuero duro asegurando que no iba a renunciar a su cargo. Sin embargo, hoy la ministra Ena von Baer anunció su dimisión.
Felipe Morandé, ex ministro de Transportes
En los diez meses del Gobierno de Sebastián Piñera, Felipe Morandé fue, quizá, el ministro que peor lo pasó, pues le tocó enfrentar dos movilizaciones por demandas de mejoras laborales.
En julio, 120 conductores de la línea H del Transantiago se tomaron el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y el domingo 5 de diciembre se produjo una paralización total del Metro de Santiago por segunda vez en su historia, tras un paro iniciado el 29 de noviembre.
A pesar de los conflictos de su gestión, fue la salida más sorpresiva de las cuatro.
Camila Merino, ex ministra del Trabajo
La saliente titular de Trabajo tuvo su mayor traspié durante uno de los momentos de mayor triunfalismo del Gobierno de Sebastián Piñera: El rescate de los 33 mineros de la Mina San José.
Días antes de que se descubriera que los trabajadores estaban con vida al interior del pique Merino aseguró que el Ejecutivo estaba al tanto de las irregularidades existentes en la faena donde se produjo el accidente. "Después de todos los antecedentes estamos claros que debimos haber tomado acciones", dijo el 17 de agosto.
Luego de sus dichos fue duramente criticada por el ministro de Minería, Laurence Golborne, quien sostuvo: "Si algún otro funcionario público tuvo alguna información y no actuó en consecuencia, deberá responder ante las instancias que están investigando esta situación".
Desde La Moneda, Ena von Baer intentó una débil defensa de Merino, argumentando que la entonces secretaría de Estado simplemente "Se expresó mal".