SANTIAGO.- El fiscal Alejandro Peña solicitó este lunes prisión preventiva para los exonerados centinelas Fernando Riquelme, Fernando Orrego y José Poblete, que esta mañana fueron formalizados, junto a otros 5 ex oficiales de Gendarmería, por su responsabilidad en el incendio en la Cárcel de San Miguel, donde murieron 81 internos.
A los centinelas se les imputa el delito de homicidio simple por omisión, en el caso de 66 víctimas que se encontraba en el ala sur del penal, ya que habrían desestimado todas las señales del incendio como gritos, golpes y humo.
El Ministerio Público pidió también medidas cautelares de menor intensidad para el resto de los imputados, el ex director regional metropolitano de Gendarmería Carlos Bustos, el jefe operativo regional Jaime San Martín, el alcaide Segundo Sanzana, el jefe administrativo Patricio Campos y el oficial de guardia José Hormazabal.
San Martín, Sanzana y Hormazábal tendrían responsabilidad en el cuasidelito de homicidio y lesiones reiteradas de los 81 reos muertos; mientras que Bustos y San Martín son acusados por la intoxicación de 15 reos del ala norte, ya que no dispusieron medidas preventivas para reparar la red húmeda del penal.
El abogado Juan Pablo Gómez, que representa a Riquelme, Orrego y Poblete aseguró que a diferencia de lo que se ha dicho en los últimos meses, sus defendidos sí dieron aviso oportuno del siniestro a sus superiores.
Sostuvo además que sólo transcurrieron 10 minutos entre que se dio el aviso y la llegada de funcionarios de apoyo, y no 40 minutos como se ha dicho hasta ahora. Para lo anteior, se basó en la declaración entregada por el reo Patricio Bastías Torres, alias el hermano Pato, quien entregó dicha información a los investigadores.
"Es entendible la percepción de los internos que ante la tragedia ven inactividad del gendarme, pero el sólo tiene que avisar. No se puede bajar de la garita, tomar una manguera y apagar el incencio", afirmó.