La intendenta negó que personeros de la UDI le hayan sugerido evaluar su continuidad en el cargo para finalizar la tensión al interior de la Alianza.
Pablo Sanhueza, El MercurioSANTIAGO.- La Intendenta del Biobío, Jacqueline van Rysselberghe, señaló hoy que está dispuesta a hacer cambios en su equipo de trabajo, cediendo así a las presiones que surguieron desde distintos sectores del oficialismo para rechazar la acusación constitucional en su contra.
La autoridad regional explicó en radio Agricultura que como ya pasó el periodo de emergencia por el terremoto del 27 de febrero de 2010, que la llevó a designar en puestos de confianza a personas con perfil técnico y no político, el escenario ha cambiado.
"Hoy es una situación diferente y hay que abordarla de manera distinta. En ese sentido hay que revaluar la situación, tenemos que revisar la participación de los partidos políticos, tiene que ser una cosa mucho más inclusiva que lo que fue en un comienzo. No tengo ningún problema con eso", señaló.
Van Rysselberghe agregó que "por el bien de la región en que yo vivo, me interesa que el equipo de gobierno sea competente, que sean personas competentes, honestas, trabajadoras y con capacidad de trabajar en equipo, mientras se cumpla esa característica siempre voy a estar abierta a poder evaluar todas las opciones".
Respecto de las críticas por el liderazgo que ejerce en la Octava Región, Van Rysselbergue reconoció que por algún tiempo no le dio la importancia necesaria a "las relaciones públicas, las relaciones con los parlamentarios y después de eso hubo una serie de problemas".
Finalmente, negó de plano que personeros de la UDI le hayan sugerido evaluar su continuidad en el cargo para poner fin a la tensión al interior de la Alianza. "No he pensado en renunciar y tampoco nadie me lo ha pedido", aseguró.