Hasta las dependencias del 34° Juzgado del Crimen llegó el filósofo José Andrés Murillo.
Alejandro Balart, El Mercurio.SANTIAGO.- Un día después que se incautara el expediente canónico con el que el Vaticano condenó al sacerdote Fernando Karadima por abusos sexuales, la ministra en visita Jéssica González continuó en su despacho con la ronda de interrogatorios.
Este viernes es el turno del filósofo Juan Andrés Murillo, una de las presuntas víctimas en la indagatoria que la justicia ordinaria sigue en contra del ex párroco de la Iglesia de El Bosque. Este dice haber sufrido actos de connotación sexual perpetrados por el religioso mientras perteneció a su círculo cercano.
El profesional acudió hasta el 34° Juzgado del Crimen de Santiago para ratificar ante la ministra González su denuncia en contra de Karadima y entregar mayores detalles sobre los hechos por los cuales él, junto a otros cuatro ex feligreses de la Iglesia de El Bosque, decidió llevar el caso a la justicia penal.
Murillo ha declarado en ocasiones anteriores que él se acercó al sacerdote Karadima buscando que éste lo orientara en su vocación sacerdotal. Relató que fue a Roma junto al religioso para la beatificación del Padre Hurtado y que el viaje había sido un desastre porque se reiteraban esos "golpeteos desagradables" que -según él- el clérigo solía hacerle en los genitales a los jóvenes con quienes se rodeaba.
"(Karadima) era muy molesto e invasivo. De pronto, sin que te dieras cuenta, te hacía esa maniobra y todos los que lo veían reían. Lo consideraban una gracia y él también", declaró Murillo el 21 de abril de 2010 ante el fiscal Xavier Armendáriz quien instruyó en primera instancia esta indagatoria.