WASHINGTON.- Un grupo de científicos descubrió indicios de posible vida microscópica en un meteorito marciano que fue encontrado en la Antártida en 1984, según informó la NASA.
La autoridad espacial de Estados Unidos indicó que la evidencia de esa vida microscópica fue hallada en cadenas de cristales magnéticos detectadas en la roca del tamaño de una papa.
"Esas cadenas sólo pudieron haber sido formadas por organismos vivientes", indicó un comunicado de la NASA.
Imre Friedmann, del Centro Ames de Investigaciones de la agencia espacial en California, manifestó que "las cadenas que hemos descubierto son de origen biológico".
Explicó que formaciones de ese tipo, integradas por cristales de magnetita, sólo se crean tras el colapso de un organismo debido que sus componentes tienen una fuerza de atracción que actúa como un imán.
En un artículo publicado hoy martes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el equipo de científicos encabezados por Friedmann afirmó que los cristales se formaron en la estructura de materiales orgánicos similares a las bacterias.
Esos microorganismos desaparecieron pero dejaron tras de sí las cadenas de cristales que, probablemente, se introdujeron en los intersticios de las rocas cuando un asteroide hizo impacto en el Planeta Rojo hace unos 3.900 millones de años.
Un impacto posterior lanzó una de esas rocas, convertida entonces en un meteorito hacia la superficie de la Tierra, indicaron los científicos.
En realidad, la posibilidad de vida en su nivel más primitivo en Marte hace millones de años había sido sugerida en 1996 por los científicos de la NASA que analizaron la roca encontrada en la Antártida.
Pero el descubrimiento fue puesto en tela de juicio por otros astrobiólogos que indicaron que las cadenas de cristales "magnéticos" no constituían prueba suficiente para sugerir la existencia de vida en el Planeta Rojo.
Sin embargo, en la misma revista, otro equipo de la NASA insistió en que los cristales encontrados en el meteorito marciano son similares a los formados por bacterias "magnéticas" en la Tierra.
Este último grupo, encabezado por Kathie Thomas Keprta, del Centro Espacial Johnson, en Houston, Texas, manifestó que las cadenas de cristales indican la evidencia de restos de bacterias en el meteorito marciano.
Los investigadores manifestaron que debido a que estas bacterias "magnéticas" necesitan niveles bajos de oxígeno en la atmósfera, esto podría significar que hace 3.900 millones de años en Marte había organismos capaces de realizar el proceso de fotosíntesis.